A medida que envejecemos, una preocupación importante es cómo conservar la independencia y la calidad de vida. Pero la fragilidad y la pérdida de fuerza no tienen que ser inevitables. Con hábitos activos y ejercicios específicos, los adultos mayores pueden mantenerse fuertes y saludables durante más tiempo.
Un problema común al envejecer es la sarcopenia, que es la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular. Esta condición puede afectar al 5% al 13% de quienes tienen entre 60 y 70 años, y hasta al 50% en mayores de 80. La sarcopenia puede causar dificultades para moverse, aumentar el riesgo de caídas y afectar la autonomía. Sin embargo, el ejercicio de fuerza y una buena alimentación son fundamentales para prevenirla y tratarla.

¿Por qué es tan importante el ejercicio de fuerza?
El entrenamiento de fuerza, también llamado entrenamiento de resistencia, es uno de los mejores aliados para mantener los músculos fuertes y conservar la movilidad con la edad. Estudios indican que quienes hacen ejercicios de fuerza pueden vivir más años con buena salud, además de reducir riesgos de enfermedades como diabetes, osteoporosis y problemas cardíacos.
Los expertos recomiendan que los adultos mayores realicen alguna actividad física todos los días, aunque sea leve, y que complementen con ejercicios que mejoren la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad al menos dos veces a la semana. También es aconsejable acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad aeróbica como caminar, nadar o andar en bicicleta.
Ejercicios clave para mantenerse fuerte y seguro
La entrenadora Patricia Greaves, especializada en fitness para adultos mayores, destaca seis movimientos esenciales para conservar la independencia:
Sentadilla con peso (Goblet Squat): Fortalece piernas, abdomen y mejoran el equilibrio y la movilidad de caderas y tobillos. Ayuda también a que los huesos se mantengan fuertes.
Remo inclinado (Bent-Over Row): Trabaja espalda y hombros, fundamentales para tener buena postura y evitar encorvarse.
Sentadilla con salto (Jump Squat): Aumenta la densidad ósea y la agilidad, importantes para evitar caídas. Este ejercicio debe hacerse con cuidado y bajo supervisión profesional.
Greaves recomienda hacer entre 8 y 12 repeticiones de cada ejercicio y repetir el circuito dos o tres veces, descansando cuando sea necesario. La meta no es convertirse en un atleta, sino mantenerse funcional para hacer las actividades diarias con autonomía.


