Un grupo de médicos aglutinados en la Coalición Mundial Salud y Vida, Comusav, capítulo de Panamá, entregaron este martes, 22 de diciembre, una carta dirigida al ministro de Salud, solicitando se permita la utilización del tratamiento terapéutico denominado dióxido de cloro en su presentación de CDS 3000ppm para casos de covid-19.
“No podemos esperar viendo que cada día muere un ser humano y que, para salvar una vida, hay que actuar y es por esta razón dirigimos esta nota a su despacho comunicándole nuestra decisión de manera formal para que luego no se interprete nuestro actuar como una acción irresponsable”, señala la nota.
Mediante la apoderada legal Nodireth Aracellys Boutet Sanjur esta organización acudió al despacho del titular de Salud con el propósito de hacer formal la solicitud del tratamiento, que aseguran está presente en 22 países y tiene como el más emblemático a Bolivia, donde dicen tener “reportes de evidencias de que esta sustancia está frenando la pandemia”.
Explican que tienen más de cuatro mil médicos afiliados a nivel mundial buscando “que los gobiernos conozcan y se den cuenta de los efectos positivos del dióxido de cloro”.
En la misiva le dejan claro al ministro que ellos no dudarán en hacer uso del tratamiento si se trata de salvar vidas.
“No está de más reiterar que nuestros doctores responsables por salvar vidas utilizaremos todos los medios y tratamientos científicos que estén a nuestro alcance como el referido Dióxido de Cloro en su presentación CDS y medios legales ya sea Nacional e Internacional, a fin sea de salvaguardar la vida e integridad de nuestros pacientes, y lo hacemos amparados en el CÓDIGO DE HELSINKI, Art. 37 y la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA UNESCO en sus 28 artículos y del que Panamá es signatario, y esto lo hacemos para evitar caer como médicos en un delito por omisión de crímenes de LESA HUMANIDAD.”
La carta cita el artículo 37 del Código de Helsinki del cual Panamá es signatario: “Cuando en la atención de un paciente las intervenciones probadas no existen u otras intervenciones conocidas han resultado ineficaces, el médico, después de pedir consejo de experto, con el consentimiento informado del paciente o de un representante legal autorizado, puede permitirse usar intervenciones no comprobadas, si, a su juicio, ello da alguna esperanza de salvar la vida, restituir la salud o aliviar el sufrimiento. Tales intervenciones deben ser investigadas posteriormente a fin de evaluar su seguridad y eficacia. En todos los casos, esa información nueva debe ser registrada y, cuando sea oportuno, puesta a disposición del público”.
“¡Por no existir tratamientos que garanticen la vida de los panameños contra el COVID o SARS COV-LO UTILIZAREMOS!”, reitera el gremio.