Theresa Lynch, de 50 años de edad, tenía el hábito de dormir con maquillaje en lugar de retirárselo por las noches, lo que pudo haberle costado perder la vista.
La mujer acudió al doctor cuando sus ojos comenzaron a dolerle y a secretar una extraña sustancia. El médico encontró que Lynch tenía bultos calcificados, conocidos como concreciones, debajo de los párpados.
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Los expertos aseguran que los dolorosos bultos surgieron a consecuencia del maquillaje tan cargado que usaba la mujer, además de su hábito de no retirarse la mascara durante las noches por más de 25 años.
Cuando el doctor Robaei miró en la parte trasera de mi párpado, me dijo: ‘Dios mío, en toda mi carrera no había visto algo como esto’', señaló Theresa al diario Daily Mirror.
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La mujer tuvo una operación de 90 minutos con anestesia general para poder remover los bultos de sus párpados.
El oftalmólogo señaló que cada vez que Theresa parpadeada, las concreciones rozaban la superficie del ojo, y si uno de esos rasguños se hubiera infectado, es muy probable que la mujer hubiera perdido la vista.
Vía: Informe21