Ivone se enamoró como nunca de un chico que conoció en redes sociales. La relación duró un año, hasta que descubrió que su príncipe también cortejaba a muchas de sus amigas por los mensajes privados de Instagram. Lo enfrentó y este lo negó, pero meses después Ivone comprobó sus sospechas.
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Desde ese día Ivone vive alcoholizada, no le importa libar todos los días y muchas veces hasta hacer el ridículo. Hace poco el ministro de Salud, Miguel Mayo, hablaba del alto índice de mujeres en Panamá que son detenidas conduciendo bajo los efectos del alcohol.
Las historias de carnavales están ahí, muchas captadas por las redes sociales, otras entre cuentos de amigos. ¿En el 2018 qué hace que una mujer decida vivir en el mundo del alcohol? Decepcionadas del amor, solteras, por su apariencia, por su trabajo, por su familia.
¿Vale la pena que una mujer viva llorando cada vez que escucha una canción romántica por un hombre? ¿Que se lamente en silencio por un hombre que no la valoró? ¿O ahogada en el alcohol porque fue víctima de una infidelidad?
‘El alcohol se ha convertido en la primera droga de consumo en el país’, según el Ministerio de Salud. El informe ‘Situación de Salud en Panamá detalla que ‘en la población de 18 años o más, el consumo de tabaco y derivados es 7 veces mayor que el de drogas ilícitas, en tanto que el de alcohol es de cerca de 32 veces mayor (que el de las drogas ilícitas)’.
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De hecho, el informe sobre la situación regional del consumo de alcohol y la salud en las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que Panamá ocupó la segunda posición de Centroamérica con un mayor consumo de alcohol per cápita.
Chicas, nadie se muere de amor, los momentos difíciles existen en la vida de todo el mundo. Si estás atravesando por un momento difícil, el alcohol no es la solución a tus problemas, cuidado y se convierten en un gran problema.
Las mujeres somos fuertes, luchadoras, pero también frágiles y susceptibles ante las desavenencias de la vida. Las mujeres tenemos muchos retos que enfrentar y a veces sentimos que no contamos con el apoyo necesario para cumplir con todo y es en ese momento cuando la impotencia se apodera de nosotras y cometemos errores que luego lamentamos.
Por: Susan Elizabeth Castillo
Mi Diario