El Papa Francisco se mostró este jueves preocupado por el expresidente brasileño Luis Inacio Lula Da Silva, quien se encuentra preso desde abril pasado, y relacionó su detención con una estrategia continental para acallar liderazgos políticos opositores.
El pontífice expresó su preocupación durante una audiencia privada que concedió a Celso Amorim, quien fuera ministro de Relaciones Exteriores durante la Presidencia de Lula, a quien recibió en una salita de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta.
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En el encuentro participaron también Alberto Fernández, quien fuera jefe de gabinete de Argentina durante la presidencia del fallecido Néstor Kirchner y en parte de la administración de su esposa, Cristina Fernández. Así como Carlos Ominami, exministro de Economía y Desarrollo de Chile.
El santo padre nos escuchó con gran interés y preocupación. Nosotros le ilustramos la realidad latinoamericana actual y en particular la del expresidente Lula. El Papa Francisco sabía todo', dijo Amorim a la prensa tras la reunión.
(El pontífice) Sigue todo con atención y preocupación, lo repitió varias veces. Es una persona muy bien informada y con gran capacidad de análisis. Sabe lo que sucede y comprende por qué', añadió el excanciller brasileño.
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Durante el diálogo, el líder católico se mostró preocupado por lo que llamó 'golpes de guante blanco', que caracterizó como alianzas entre los poderes político, mediático y judicial para encarcelar a personajes carismáticos de la oposición en algunos países.
Fuente: Excelsior



