Llegar hasta el barrio La Honda, que bordea las montañas orientales de Medellín, Colombia, no es tarea fácil. Hacia el sector solo existe una carretera de un paño, en la que apenas, y rozando los portales de las casas de madera, pueden transitar los autobuses. Sus habitantes son de estrato humilde y la mayoría de sus niños o jóvenes están en riesgo social.
Fue precisamente esa la causa por la cual la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) decidió iniciar allí 'Camino al ring', un programa del cual se espera sacar muchos frutos y que en su momento se trató infructuosamente de implementar en Panamá.
El programa arrancó oficialmente ayer, cuando en el marco de la 96va convención de ese organismo, que se desarrolla en esa ciudad paisa, su presidente, Gilberto Jesús Mendoza, sorprendió a los residentes llevándoles a varias figuras del boxeo, entre las cuales estuvieron Oscar De la Hoya, Bernard Hopkins, Roy Jones Jr., Jorge Linares, Ricardo 'Finito' López, Kina Malpartida, Hanna Gabriels y el ídolo local Antonio Cervantes, 'Kid Pambelé', entre otros.
'Es muy grande tener aquí a mi ídolo Oscar De la Hoya y a grandes campeones mundiales', dijo Jacobo Hiraldo, un chico de 16 años que practica boxeo olímpico y quien no ocultaba su emoción por haber logrado un autógrafo del 'Golden Boy'.
'Para nosotros es una gran experiencia el estar aquí con esta cantidad de jovencitos. Me recordó mucho al barrio donde crecí en México', reconoció De la Hoya. 'Sea en el cuadrilátero o en la vida, todos podemos caernos, pero siempre tenemos que levantarnos y nunca rendirse'.
Por su parte, Hopkins interactuó mucho con los chiquitines y hasta les sirvió de entrenador a varios de ellos. 'Yo vengo desde abajo como ustedes y gracias a mi perseverancia pude llegar a ser alguien en el boxeo. Nunca dejen que nadie les robe sus sueños', comentó 'The Aliens' Hopkins.
NACIÓ EL SUEÑO
César Cardona, dirigente de Camino al ring, explicó que este es un proyecto que nació de un sueño, de buscar una herramienta poderosa que sirviera para cambiar entornos con una metodología deportiva y formativa. 'Es una apuesta de prevención social del delito, una apuesta de cómo el deporte puede servir para transformar comunidades y principalmente la vida de los muchachos', destacó Cardona.
Según Cardona, la mayoría de los participantes van desde los 13 años hasta adultos miembros de familias que en su momento se vieron obligados a desplazarse por diversos conflictos.
Texto por: Aurelio Ortiz G. / Enviado Especial/Medellín