Dueña de una sensualidad y una belleza exótica que provocan suspiros a quienes la miran, la panameña Kate Rodríguez encandiló a todos este sábado a la noche en el programa de Andy Kusnetzoff PH: Podemos Hablar, reseñó el diario Clarín de Argentina.
Sin embargo, su bello rostro, su escultural figura y su cálida voz quedaron en segundo plano cuando la ex bailarina de ShowMatch contó su dura historia de vida y confesó haber sido víctima de violencia de género en manos de su propio padre.
Soy de Panamá, hace ocho años que llegué acá. Mis padres son pastores, nací en un hogar cristiano pero no creo en Dios, para mí no existe o por lo menos el Dios que yo conocí fue horrible', fueron las primeras palabras que la también modelo dijo al ser consultada sobre su arribo a la Argentina.
Y siguió, misteriosa: 'Vi la miseria de la gente y tuve situaciones que son muy populares dentro de la religión...'. Luego de dar a entender que ella había sufrido algún tipo de abuso en manos de un pastor amigo de su familia, y que a eso se refería, Kate recordó qué le dijeron sus papás cuando ella les contó lo que había vivido.
Mis padres eran personas muy importantes dentro de la religión y yo tuve una situación con un colega de ellos pero cuando fui a decirles 'me está pasando esto, ¡por favor ayúdenme!' (su respuesta) era 'cómo puedes decir eso de un hijo de Dios'', aseguró con indignación la también ex co-conductora en Tocala por TyC Sports.
Además, la última incorporación de Morfi, todos a la mesa también habló de los golpes que al parecer recibía puertas adentro de su casa.
'Dentro de la religión había mucha violencia, en la Biblia dice que tienes pegarle a tu hijo con una vara de hierro pero por suerte no le hicieron caso a la vara de hierro y me pegaban con otras cosas', aclaró.
Entonces, Rodríguez detalló: 'Recibí mucha violencia dentro de mi casa, veía a mi papá predicando el amor y la institución familiar y después en la casa me mataba a palos. Me crié bajo una mentira'.
Kate fue educada bajo conceptos un tanto subliminales, pero no les hizo caso.
De chiquita mi papá me decía 'hay un espacio especial en el infierno para la gente que se dedica a la televisión, al baile, a la actuación, a lo artístico' y yo dije 'quiero hacer esto' y así empecé a hacer cada cosa que tenía prohibida', aseguró.
Las primeras 'travesuras' de la panameña más hot de la pantalla chica local fueron comenzar a usar zapatos y luego perforarse la piel: 'Me hice cuatro aritos, uno en el ombligo. Ellos sienten mucha vergüenza de mí'.
Luego de esas primeras demostraciones de rebeldía ante sus progenitores, Kate vio un video de ShowMatch en YouTube y se dijo a sí misma: 'Tengo que estar allí'.
Pero los primeros años no fueron fáciles. Es que, sumado al desarraigo propio de cada persona que abandona su país, la modelo centroamericana estuvo casi siete años sin ver ni hablar con los suyos.
Por eso empecé a tener ataques de pánico, mentalmente ya me estaba haciendo mal porque ni me llamaban para mi cumpleaños. Es más, en Navidad y Año Nuevo me dormía antes de las 12 para no escuchar los fuegos artificiales', ejemplificó la también chica Playboy.
Ya hacia el final de la entrevista Kate contó cómo fue el momento en el que se reencontró con sus padres.
'Cuando decido enfrentarme fui a Panamá y era como que había regresado de la muerte. Esa vez vi una niña de tres años caminando que era mi hermana y no sabía que existía, era como que se me había pasado la vida y no cambió eso y es algo que tengo que entender yo... Esto no va a cambiar', cerró resignada sobre la postura y los valores de su familia.
