Un guardián pasa revisando cada media hora durante las noches por la celda de Rafael Uribe Noguera, el confeso asesino y violador de la menor Yuliana Samboní. Incluso lo despiertan para comprobar que se encuentra en perfecto estado de salud. Esos reportes quedan grabados y registrados.
Tiene control estricto de visitas y el paso al sector en donde está su celda es de los más restringidos: no más de cuatro funcionarios tienen autorización para ingresar al pabellón de la penitenciaría La Picota en Colombia en donde se encuentra el hombre.
Lo que se pretende a toda costa es preservar la vida del arquitecto cuyo crimen sacudió a Colombia. No solo por un eventual intento de suicidio sino porque, como lo aseguraron en su momento algunos familiares, desde la llegada de Uribe Noguera al complejo penitenciario empezaron a lloverle amenazas de otros presos.
De hecho, a menudo llegan hasta su celda de aislamiento los gritos de otros presos. '¡Tráiganlo para que no se vuelva a meter con niños!' es de las frases de menos calibre que se han escuchado en el pabellón de la Unidad de Medidas Especiales.
Los guardianes que tienen a su cargo su custodia (los llaman ‘pabelloneros’) tienen, además, la obligación de garantizar que Uribe Noguera no será víctima de ningún ataque a través de la comida.
Los guardias deben grabar diariamente tres videos: los procesos de preparación y transporte del desayuno, el almuerzo y la cena del recluso. Desde el sótano en donde se encuentra ubicado el rancho la cocina empiezan a grabar. Un suboficial de la guardia es el que se encarga de bajar a recibir la bandeja de Uribe. Empiezan a grabar: 'Soy el cabo...nombres y apellidos y número de identificación interna; hora y fecha (...). Vamos a proceder a llevarle los alimentos al interno Rafael Uribe Noguera de la celda dos. Este es el procedimiento de la servida de los alimentos', relata antes de concentrar el foco en el rancho. En las imágenes quedan registrados todos los participantes en el proceso, desde el ranchero que le sirve, hasta la persona que lo recibe. El camarógrafo graba la ruta del recipiente de icopor hasta cuando se lo entregan al interno del nivel siete.
Cada video tiene una duración de ocho minutos. El cabo cumple las funciones de responsable de la seguridad de Uribe Noguera. Para llegar hasta donde él se encuentra hay que pasar por la llamada zona de apoyo, que ocupa dos pisos del bloque, cuatro pabellones especiales y de allí tres rejas de alta seguridad.
Las celdas de este último nivel, 10 en total, están construidas de forma triangular, tienen una puerta metálica con chapa de seguridad y una malla de 25 centímetros de ancho por 15 de alto por donde el guardián de turno vigila los movimientos de Rafael Uribe.
La celda tiene un baño con lavamanos y un sanitario sin tanque de almacenamiento de agua. Está construido en acero inoxidable para evitar que los internos rompan el mueble y que cuenten así con un elemento cortopunzante o contundente.
Cada celda puede albergar hasta cuatro detenidos, porque está compuesta por cuatro planchas de concreto empotradas en la pared en forma de camarote. En la celda 2 solo está Uribe Noguera con una colchoneta de espuma. La celda es abierta a las 6 de la mañana para que salga al pasillo y vuelve a estar herméticamente cerrada a las 6 de la tarde.
Así fue su llegada
Uribe ahora está más tranquilo. Tiene solo una hora para tomar un poco de sol. Hace, al menos, unas cinco llamadas telefónicas diarias, supuestamente a sus familiares.
Quienes lo han escuchado dicen que les ha pedido con frecuencia a sus padres que vayan a visitarlo. Sin embargo, Uribe Noguera no ha recibido ninguna visita distinta a la de su abogado.
Piden que Uribe no asista a audiencia de imputación
Por recomendación de la defensa, se evalúa la posibilidad de que Rafael Uribe no asista este miércoles 11 de enero al complejo de Paloquemao a la audiencia de imputación de cargos que hará la Fiscalía, donde develará las pruebas en su contra por la muerte de la niña Yuliana.
El pasado 15 de diciembre, Uribe reconoció el crimen, por lo que no se hace indispensable su presencia en la audiencia. 'Queremos evitar una posible alteración del orden público', dijo una persona cercana al proceso, que señaló que seguramente se citará a una nueva audiencia para conocer su condena que puede estar sobre los 60 años.
A Francisco y Catalina, hermanos de Rafael, un juez los cobijó con medida de aseguramiento consistente en la restricción de salir del país, al atender un llamado de la Fiscalía que advierte que podrían eludir el proceso. Los hermanos se comprometieron a presentarse ante las autoridades cuando se les cite.
La Fiscalía los acusa de obstrucción a la justicia por no dar aviso de inmediato a las autoridades cuando lograron ubicar a Rafael.
Para muchas personas esto es excesivo, más aún siendo el caso de una persona que confesó haber cometido el crimen, la obligación de las autoridades y además el comentado y seguido caso llevan a tomar todas estas medidas y cuidados para Rafael Uribe Noguera.
Durante todo el proceso y antes de ser relucido en la cárcel La Picota, se ha visto que muchas personas han querido tomar justicia por su propia cuenta y la familia de Uribe Noguera también ha destacado que hay amenazas en su contra, por eso hay gran responsabilidad en las autoridades por la vida de este confeso violador y asesino.
Vía: El Tiempo | Leo Medina Jiménez