Increíble. Una joven tuvo la mala decisión de tomarse un selfie en el baño debido a la repercusión que tuvo la fotografía en las redes sociales, hecho que finalmente la llevó hasta la cárcel.
Ella intentó presumir su cuerpo con poca ropa y, para ello, decidió ingresar al lugar y tomarse una foto de espaldas sin notar que el espejo en el lugar revelaría todo lo que escondía en dicho espacio.
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En un primer momento, la imagen parecía normal pero cuando analizaron a detalle lo que había frente a ella descubrieron la espeluznante verdad.
Heather Jones, del estado de Kansas en los Estados Unidos, había compartido la prueba de la tortura a su hijo, Adrían, de 7 años, quien vivía encerrado nada menos que en la bañera.
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Se debe señalar que, posteriormente, se reveló que cada golpe que la pareja le daba a su hijo, esta no dudaba en fotografiarlo, hasta que un día la dueña de la casa que rentaban descubrió lo que ambos realizaban gracias a lo que vio en una computadora que dejaron en la vivienda y avisó a la policía.
Vía: La Prensa HN
