El contraste del panameño es evidente. Muchos se abstienen de cumplir con el pago de servicios básicos como agua, luz, basura e inclusive se privan de la alimentación para darse otros lujos, como el servicio de Internet o televisión pagada.
Un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República detalla que por cada nueve viviendas con televisión en el país, cinco cuentan con el servicio de cable.
Aproximadamente en Panamá existen 948 mil 113 viviendas con televisión, y de este total, 482 mil 782 poseen el servicio de televisión pagada. Los mayores consumidores se ubican en la provincia de Panamá.
Sin política de consumo
Para Pedro Acosta, presidente de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa), existe una falta de conciencia por parte de los panameños. Dijo que al vivir en una sociedad de consumo las personas no priorizan al momento de comprar o adquirir un servicio, debido a que falta una política de consumo que ayude a ubicar la necesidad por encima de los lujos y la comodidad.
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El agua, lo más barato
El pago por el servicio del agua se ubica entre los más baratos; sin embargo, hay panameños que alegan no tener dinero para cumplir con esta responsabilidad. La factura media residencial en Panamá ronda los 7 dólares con 92 centésimos mensuales, pero pese a ello, la morosidad supera los 73 millones de dólares.
En cuanto al servicio de electricidad, un panameño paga al mes en promedio 17 dólares con 3 centésimos (subsidiado).
Más lujo
Otro lujo que el panameño está dispuesto a pagar, a pesar de no estar entre las prioridades básicas, es su plan celular.
Mi Diario contactó a un trabajador que gana aproximadamente mil 600 dólares mensuales, y tiene un equipo celular que le costó 580 dólares. Su plan cuenta con 600 minutos incluidos para hablar a cualquier operador móvil o fijo nacional. Le cuesta 30 dólares al mes.
Con este contrato tiene derecho a data y a una cantidad determinada de minutos para hacer llamadas. Al año gasta un total de 360 dólares en su plan de telefonía celular, mucho más de lo que pagaría por el servicio de agua o luz.
Falta de educación
Para el sociólogo Marco Gandásegui, este contraste en el panameño denota la falta de educación en el consumo. Gandásegui coincide con Acosta al señalar que el panameño tiene que aprender a priorizar.
Ante el gran consumo de Internet o televisión pagada en Panamá, otro especialista explica que existen tres razones que motivan este comportamiento. La primera es cuando van en busca de confort porque la televisión abierta no satisface la demanda del usuario.
La segunda es para sentirse en un estatus más alto que el prójimo (aunque vivan en condiciones precarias buscan sentirse superiores a los demás) y la tercera es por las facilidades de pago y accesibilidad al servicio.