El momento es difícil. La vida del exdictador Manuel Antonio Noriega, quien actuó con mano dura contra el pueblo panameño y que se sitúa como responsables de múltiples crímenes y asesinatos, hoy se tambalea, su evolulción solo depende de la determinación de Dios.
Hoy, que han pasado unos 27 años desde su captura, aún muchas heridas de personas afectadas por su dictadura, no sanan.
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Una persona que estuvo muy cerca de él en su mandato, la exdiputada Balbina Herrera, expresó ayer martes 7 de marzo, en TVN, que todo este proceso vivido con Noriega solo le deja una reflexión, una lección aprendida:
'Nadie puede estar por encima de la ley, no importa el cargo que hoy ostentes'.
Mientras Noriega, a sus 83 años, se encuentra a la espera de su evolución tras removerle un tumor benigno y los médicos y sus familiares hacen el mayor esfuerzo para brindarle atenciones, la mayoría de sus adversarios más visibles en la época de la dictadura, donde Noriega aplicaba la técnica de 'las tres P': Plata para los amigos, Palo para los indecisos y Plomo para los enemigos, ya no están.
Ellos lucharon por la democracia, la justicia y la libertad, que hoy disfruta el país y que hasta Noriega exige en sus reclamos por los derechos humanos.
A la muerte de Ricardo Arias Calderón, quien luchó contra la dictadura militar, por alcanzar la democracia.,hay que sumar las irreparables pérdidas del expresidente Guillermo Endara Galimany, el ex vicepresidente Guillermo Ford y el excontralor de la República Rubén Darío Carles.
Todos abatidos por enfermedades, pero hasta sus últimos días siempre pendientes de aportar a la política y al desarrollo de su país como muchos otros demócratas.
Lo curioso es que este hombre prepotente y con muchos secretos a cuestas, que al parecer prefiere llevarse a la tumba, pasó muchos años en cárceles de Estados Unidos y Francia y ahora su vida tiende de un hilo en el hospital.
Redacción Mi Diario