El nuevo balón oficial del Mundial debutará en una Copa del Mundo sin precedentes: 48 selecciones y 104 partidos repartidos en 16 sedes organizadas por regiones para reducir los viajes. La estética cuenta una historia: rojo, verde y azul se entrelazan en una ola que abraza a Estados Unidos, México y Canadá, con símbolos grabados estrella, hoja de arce y águila que saltan a la vista y también se leen al tacto.
La gran novedad no solo entra por los ojos
Trionda fue construida con solo cuatro paneles geométricos, una cifra récord para un balón mundialista. Menos uniones significan una superficie más continua y, con ello, aerodinámica más predecible: trayectorias limpias, menos “caprichos” del viento y un pique más estable. Las costuras profundas y el relieve suman agarre en canchas mojadas o con humedad alta.
🆕🇺🇸 🇲🇽 🇨🇦 Presenta el balón oficial del Mundial 2026:
— Jul Bryner Ayala M. (@julbryner1) October 2, 2025
"Trionda" pic.twitter.com/ugcHDw1EPS
Lo más comentado es el sensor de 500 Hz. Con cada toque, el balón envía datos al VAR, que combinados con el mapa de posiciones y IA, ayudan a decidir offsides y posibles manos en menos tiempo. El chip ahora va lateral dentro de un panel, con contrapesos en los otros tres para no desbalancear el vuelo. Tecnología fina al servicio del espectáculo.
Para el bolsillo, hay opciones. El Pro oficial se lista en US$170 en adidas US; el Competition en US$65; League en US$45; Training desde US$32; y Mini desde US$15 (o US$22 el Mini+). En tiendas deportivas el Pro ronda US$169.99. Si quieres “patear como grande” en la cancha de tu barrio, no hace falta romper el chanchito.


