Lo que parecía otro festival ofensivo de Shai Gilgeous-Alexander terminó convirtiéndose en una pesadilla para Oklahoma City en el Juego 3 de las Finales NBA. Los Pacers, quienes construyeron su camino al título con dinamita en ataque, decidieron apostar esta vez por la defensa… y ganaron.
Indiana apretó los dientes en casa y remontó el Juego 3 ante Oklahoma City con una defensa que quedará para la historia. En el último cuarto, dejaron al Thunder en solo 18 puntos, su peor producción ofensiva en los playoffs. pic.twitter.com/M5AEhG2zfF
— Mi Diario Panamá (@MiDiarioPanama) June 12, 2025
El cierre fue brutal:
El Thunder solo pudo anotar 18 puntos en 24 posesiones. Números que no se veían desde hace más de tres meses para el conjunto de OKC.

¿El secreto? Ajustes.
Myles Turner pasó de una cobertura pasiva a una agresiva, saltando a doblar y exhibiendo su mejor versión con cinco bloqueos, igualando su récord personal en playoffs.
Pero no estuvo solo. Aaron Nesmith se convirtió en una pesadilla para Jalen Williams, esquivando pantallas como un corredor de obstáculos y negándole espacios de inicio a la ofensiva rival. Mientras tanto, Tyrese Haliburton metía presión desde la primera línea y clavaba el triple que sellaba la remontada.
Segundo Spectrum reveló que los Pacers son el equipo que más presiona al rival tras el bote (38% de las veces), y anoche lo demostraron: forzaron 13 pérdidas de balón en vivo, la cifra más alta del Thunder en estos playoffs.
TJ McConnell fue el comodín inesperado. Robó por tercera vez un pase de banda, convirtiéndolo en bandeja. Su chispa cambió el ritmo del juego.
Indiana no es la mejor defensa de la liga, pero demostró que puede vestirse de guerrero cuando más importa.
El viernes, con la serie 2-1 a su favor, buscarán poner un pie en la historia.