La llegada de Mikal Bridges a los Knicks fue celebrada como una jugada audaz. Proveniente de los Brooklyn Nets, su traspaso incluyó activos importantes: elecciones de draft, jóvenes promesas y profundidad. A cambio, Nueva York obtuvo a un jugador versátil, con un alto coeficiente defensivo y carácter competitivo.
En la cancha, ¿Bridges respondió?
Su intensidad defensiva y capacidad para cubrir varias posiciones dieron aire a los neoyorquinos. Fue un revulsivo en la segunda mitad de temporada, elevando el ritmo del equipo. Sin embargo, los Knicks no pasaron la segunda ronda de playoffs, cayendo ante Indiana, lo que reavivó las dudas.
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— Shax (@ShaxNBA) June 3, 2025
¿Era este el momento para soltar tanto capital? ¿Es Bridges la pieza central para aspirar al título? La directiva se enfrenta ahora a un dilema complejo: construir alrededor de Bridges, o admitir que su fichaje fue una apuesta apresurada.
Los aficionados están divididos.
Algunos lo consideran un nuevo pilar junto a Jalen Brunson. Otros creen que se hipotecó el futuro sin haber asegurado resultados concretos. Lo cierto es que la pretemporada marcará un antes y un después: si los Knicks no suman refuerzos de peso, todo el peso caerá sobre Bridges.
Y así, entre críticas y esperanzas, Bridges se convierte en el espejo donde se miran los errores o los aciertos de la gerencia neoyorquina.