Las ventas de champán han experimentado una notable caída, con un descenso del casi 10% en los envíos desde Francia, alcanzando 271 millones de botellas el año pasado. Este es el segundo año consecutivo de disminuciones, impulsado por la inflación y un pesimismo generalizado entre los consumidores, quienes han reducido sus compras debido a la situación económica y política global.
Según el Comité Champagne, que representa a más de 16 mil viticultores y 320 casas de champán, las ventas en el mercado interno francés también han disminuido un 7%, totalizando 118 millones de botellas. Este descenso se atribuye al contexto político y económico desfavorable en Francia, donde las elecciones anticipadas han dejado un parlamento sin mayoría.
Maxime Toubart, copresidente del Comité Champagne, destacó que “no es momento para celebraciones” debido a la inflación y los conflictos mundiales. LVMH, el mayor productor de champán del mundo, también ha advertido que 2024 podría ser un año difícil para el sector, con una caída del 15% en las ventas durante el primer semestre.
A pesar de estos desafíos, David Chatillon, otro copresidente de la asociación, expresó su confianza en que el modelo organizativo del champán es sólido y sostenible. Además, algunas casas de champán están adoptando prácticas más ecológicas para atraer a consumidores interesados en iniciativas sostenibles.