Boris Johnson, en sus memorias tituladas Unleashed, revela que la reina Isabel II padecía de cáncer de huesos, una enfermedad que mantuvo en secreto hasta su muerte el 8 de septiembre de 2022. Según Johnson, la monarca era consciente de su condición y sabía que su tiempo estaba por terminar. Afirmó que había estado al tanto de su enfermedad durante más de un año y que sus médicos estaban preocupados por un posible deterioro repentino.
En un extracto publicado por The Mail on Sunday, Johnson describe su última audiencia con la reina, donde notó que ella parecía pálida y encorvada, con moretones visibles en las manos y muñecas, probablemente debido a tratamientos médicos. Sin embargo, destacó que su mente permanecía clara y que aún mostraba su característico optimismo.
Johnson también menciona que Isabel II estaba decidida a cumplir con sus deberes hasta el final, supervisando la transición del gobierno a su sucesor. Este relato se suma a otras afirmaciones previas sobre la salud de la reina, incluyendo comentarios del historiador real Gyles Brandreth.
La muerte de Isabel II se produjo apenas dos días después de haber mantenido una audiencia en Balmoral con la entonces primera ministra británica, Liz Truss, que estuvo precedida de otra en la que Boris Johnson le comunicó que renunciaba.