El martes 4 de noviembre, un hombre acosó a la presidenta Claudia Sheinbaum durante un recorrido a pie en el Centro Histórico de CDMX: la abrazó e intentó besar sin su consentimiento. El video se volvió viral y horas después el sujeto, identificado como Uriel Rivera, fue detenido por la SSPC y la SSC-CDMX; quedó en manos de la Fiscalía de Delitos Sexuales. La mandataria presentó denuncia y subrayó que el episodio refleja una realidad que viven miles de mujeres.
Wey, el manoseo a la sheinbaum es un montaje, como los que hacía obrador. El bato es un guacho
— 𖤐El Zombie II𖤐𝕏 (@DimeFred2) November 5, 2025
Pero si fue real:
—El pueblo bueno es acosador
—Si violentaron a la presidentA, ¿Qué será de nosotros? Pinche seguridad culera. Con razón México está en manos del crimen organizado pic.twitter.com/qMBhc93QOQ
Legalmente, el caso podría configurarse como abuso sexual (art. 260 del Código Penal Federal), con penas de 6 a 10 años de prisión, o como acoso sexual previsto en la normativa de la CDMX, de 1 a 3 años y multa, según lo que determine la fiscalía. La diferencia radica en la naturaleza del acto, uso de violencia y otras circunstancias.
El hecho reavivó el debate sobre seguridad presidencial sin perder cercanía con la ciudadanía. Expertos sugieren reforzar anillos de protección, mejorar la lectura de riesgos y actuar en segundos ante invasiones de espacio físico. La condena pública fue unánime: sin consentimiento, es delito.



