El problema de las pensiones no es nuevo. Viene dando tumbos desde hace varios gobiernos y casi todos lo eluden o le ponen una curita. La reforma del 2005, que se hizo luego de un enfrentamiento en las calles, le dio un respiro al programa de pensiones de beneficio definido y daba algunas alternativas para ir atendiendo el déficit.
Ahora se necesitan más de mil millones de dólares para pagar las pensiones vigentes hasta diciembre y esto pone en jaque al Seguro.
Era como si se hubiera advertido que el cuco venía y nadie le hizo caso. Así son los políticos. Ahora toca agarrar al toro por los cuernos.
Nadie quiere que le suban la edad de jubilación, cotizar más, recibir menos beneficios, pero si se sigue tapando el hueco financiero del programa de IVM sin atender las denominadas medidas paramétricas (edad, ingresos, aportes, expectativa de vida, etc.) se estará solo aplazando el problema que cada día costará más solucionar. Urge hacer docencia con la población y dejar de estar escondiendo o evadiendo información, que debe ser de dominio público. ¡Sean responsables!