Hace 15 años sobrevivió a las feroces llamas que le causaron quemaduras en un 68 % de su cuerpo, pero jamás imaginó que a sus 50 años de edad, la tragedia tocaría nuevamente su puerta, dejándolo al borde de la muerte por segunda vez.

Luis Contreras, víctima de la tragedia de La Cresta del autobús 8B-06 del 23 de octubre del 2006, permaneció 37 días en la Unidad de Cuidado Intensivos (UCI) del Hospital Santo Tomás al infectarse con el enemigo invisible que ha dejado más de 5 mil muertos en Panamá, la covid-19.
Ganó la batalla
Así como se recuperó de las quemaduras, Contreras ha vuelto a resurgir, y a pesar de las graves afectaciones que le dejó este mortal virus, hoy está junto a su familia y da gracias a Dios por esta nueva oportunidad.
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Este padre de tres hijos conversó con Mi Diario y nos contó su historia de fe y esperanza.
Narró que el 3 de junio del 2020 salió positivo a la covid-19, sin pensar que días después su condición se complicaría. La salud de Contreras comenzó a empeorar la tarde del 16 de junio; cuando los paramédicos llegaron a su casa su oxigenación era de 37.

Los expertos en emergencias lograron estabilizarlo dentro de la ambulancia y lo trasladaron al Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la Transístmica, pero no fue recibido ya que no había camas, ni ventiladores disponibles.
Fue llevado al Hospital Santo Tomás, donde fue recibido y atendido por los médicos; en ese momento el oxímetro marcaba 70. Pasaron los minutos y los doctores vieron que el oxígeno de Contreras no subía, por lo que decidieron intubarlo. Al escuchar esto, Contreras pensó que no iba a salir de esta situación, ya que sus pulmones quedaron delicados tras el accidente de 2006.
De vuelta
Estando en coma inducido a los 21 días se le infectó la vía respiratoria, por lo que tuvieron que realizarle una traqueotomía, 16 días después reaccionó y comenzó a respirar por sí solo, por lo que fue trasladado a sala, donde pasó cinco días.
Al cumplirse siete meses de haber salido del hospital, las secuelas de este virus marcan la vida de este hombre: neuropatía en pierna izquierda, neumonía, fibrosis pulmonar y diabetes tipo 2.
A Contreras le ha queda claro que Dios le tiene un propósito en esta vida, por lo que él da infinitas gracias.