La salud de cientos de mujeres está en pausa... y no por decisión propia.En pleno 2024, esperar más de ocho meses por los resultados de una prueba de Papanicolaou (PAP) se ha convertido en una dolorosa realidad para muchas pacientes que acuden a las instalaciones del Ministerio de Salud en Panamá Oeste, particularmente al hospital Nicolás Solano.
La alerta fue lanzada durante una reunión entre autoridades locales y el ministro de Salud, Fernando Boyd, donde se ventiló la grave demora en la entrega de resultados de esta prueba clave para detectar a tiempo el cáncer de cuello uterino, una de las principales causas de muerte por tumores malignos en mujeres panameñas.
El concejal Eliecer Zambrano, del corregimiento de El Arado, no dudó en señalar el cuello de botella: “Todas las pruebas de los centros de salud de la provincia llegan al Nicolás Solano, pero no hay personal suficiente para procesarlas a tiempo”, advirtió.
Este retraso no es un tema menor. Según cifras del Instituto Oncológico Nacional (ION), entre 2015 y 2024 se registraron 3,695 mujeres con diagnóstico de cáncer cervicouterino en el país. Se trata de un tumor que, si se detecta a tiempo, es 100% curable.
Los ediles pidieron con urgencia al ministro reforzar con más técnicos y mayor presupuesto el hospital Nicolás Solano, para evitar que más mujeres se queden esperando un resultado que podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
El ministro Boyd reconoció la problemática y aseguró que ya se ha nombrado un nuevo director médico en el hospital, además de que se trabaja en la búsqueda de recursos económicos para mejorar el funcionamiento general del centro.
En paralelo, se recordó que el Ministerio de Salud también promueve la aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), como una forma de prevención adicional al PAP.
Pero mientras los recursos llegan, la espera sigue. Y con ella, la angustia.