En toda relación de pareja, los desacuerdos y las discusiones son inevitables. Sin embargo, la forma en que manejamos estos momentos de tensión puede marcar la diferencia entre fortalecer la relación o desgastarla poco a poco. Aunque es natural que los nervios estén a flor de piel durante una pelea, es crucial evitar decir cosas que puedan dejar cicatrices emocionales duraderas.
El psicólogo Jeffrey Bernstein, en un reportaje publicado por el Daily Mail, advierte sobre el uso de frases que pueden resultar especialmente dañinas en medio de una discusión. “Cuando nos conocemos por primera vez, y durante las etapas embrionarias de las relaciones amorosas, tendemos a comportarnos de la mejor manera posible”, señala Bernstein. “Sin embargo, con demasiada frecuencia, con el tiempo, bajamos la guardia y nos permitimos responder a nuestras parejas de maneras que no nos hacen sentir bien”.
De acuerdo con el especialista, hay tres frases que deben evitarse a toda costa:
‘Siempre haces lo mismo’
Generalizar el comportamiento de la pareja con palabras como “siempre” o “nunca” puede ser muy injusto. Este tipo de afirmaciones no solo exageran los hechos, sino que también bloquean la posibilidad de un diálogo constructivo. Además, hacen que la otra persona se sienta atacada y desmotivada para cambiar.
‘Ya no me importas’
Este tipo de comentario, aunque muchas veces dicho en un momento de desesperación, puede calar hondo. Dudar del afecto en medio de una discusión puede generar inseguridad, resentimiento y un distanciamiento emocional difícil de reparar.
‘Debería haber estado con alguien mejor’
Una de las frases más hirientes que se pueden decir. Ataca directamente la autoestima de la pareja y la base misma de la relación. Este tipo de declaraciones, además de crueles, rara vez representan lo que realmente se siente y pueden causar un daño irreparable.
Bernstein insiste en la importancia de mantener la conciencia emocional durante los conflictos. Recordar que las palabras tienen peso, especialmente cuando se dicen con rabia o frustración, puede ayudarnos a frenar antes de decir algo de lo que luego nos arrepintamos. En lugar de caer en frases destructivas, es preferible tomarse un momento para calmarse y retomar la conversación en un tono más respetuoso y empático.
En resumen, evitar ciertas frases no se trata de reprimir lo que sentimos, sino de encontrar maneras más saludables y efectivas de expresar nuestras emociones. Una buena comunicación no solo resuelve los problemas, sino que también fortalece el vínculo de pareja a largo plazo.