La comarca Ngäbe Buglé por años ha sido la cenicienta de muchos gobiernos, al igual que algunas provincias del país; sin embargo, es allí donde se encuentra el mayor número de panameños que sobreviven por la gracia de Dios.
Las cifras del último Censo de Población y Vivienda dejaron en evidencia, nuevamente, que en este territorio lo que no hay son viviendas dignas para los indígenas.
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También el Atlas de Desarrollo Humano Local Panamá 2015 marca un mínimo avance en materia de vivienda en la comarca Ngäbe Buglé.
CAMBIOS
Amaya Montezuma es una joven maestra que indicó que con el programa Techos de Esperanza, los indígenas poco a poco están mejorando sus condiciones de vida al tener pisos de concreto y servicios higiénicos dentro de sus viviendas.
Sin embargo, ve cómo la comarca lentamente va perdiendo su esencia, ya Hato Chamí parece un pueblo cualquiera, con viviendas de concreto, techo de zinc y otros materiales, dijo la maestra. Con esto no estoy diciendo que sea malo, sino que hay que preservar un poco las tradiciones ancestrales, sin decirle no al progreso que llega para todos en el sector, señaló Montezuma.
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Juan Bejarano, un agricultor del sector de Llano Tugrí, indicó que a veces son las mismas autoridades comarcales las que no toman las mejores decisiones para el pueblo, la comarca no puede perder lo que la caracteriza, que son sus viviendas de pencas y bambú. El progreso es bienvenido, pero sin perder esas cosas que nos distinguen como pueblo.
Ernesto Javilla, un estudiante de quinto año, manifestó que sería bueno que el gobierno diseñara viviendas con las características de las actuales, mejoradas con pisos de concreto y paredes de madera bien construidas para todos.
Añadió que no se pueden perder esas cosas que los distinguen, sino la comarca será un pueblo más, de cualquier lado.
MIVIOT
Maswell De Obaldía, director de Ingeniería y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), explicó que cerca de 500 casas del Programa Techos de Esperanza serán construidas en los sectores de Hato Chamí y la capital de la comarca, Llano Tugrí. De estas, ya se han edificado 265.
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Con relación al tema de si en algún momento se estipuló construir casas sin descartar lo autóctono de la comarca, acotó que se tiene contemplada la idea de construir viviendas de madera en sectores cercanos a los ríos para reducir el impacto conceptual del tipo de casas que construyen los indígenas en la región, pero que aún no se están confeccionando así.
Respecto a los daños en varias viviendas en el sector de Llano Tugrí, el funcionario dijo que solo fueron tres y esto se debió a las inclemencias del tiempo, factor que, aseguran los indígenas del área, es constante en esta comunidad comarcal.
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Julián Caballero, secretario del Congreso General Ngäbe Buglé, indicó que en este tipo de proyecto donde hay mucha inversión de dinero, hay que tener mucha supervisión para que todo llegue a su destino y se cumpla con lo acordado.
Por: Herminia Rivera | Mi Diario
Fotos: Miguel Cavalli
