Leer ofrece numerosos beneficios. Estimula la concentración, la empatía, la creatividad, la habilidad lingüística, la dialéctica… y además puede ser la vía más completa para ampliar nuestros conocimientos. Sin embargo, imponer a los niños que 'hay que leer' a toda costa puede conllevar que acaben teniendo una mala experiencia y, por tanto, una idea errónea. Son errores que alejan de la lectura.
TAMBIÉN PUEDES LEER: CON MI DIARIO. El álbum coleccionable 'Hablemos bien', una herramienta escolar
Estos son los fallos más comunes que cometen los padres al intentar que sus hijos lean:
-Obligarlos a leer o regañarlos, sobre todo si no lo hacen cuando nosotros no leemos. Si queremos que vean la lectura como algo normal y cotidiano, deberán ver a sus padres leer de manera habitual, ya que los niños imitan lo que ven.
-Castigarlos con la lectura y premiarles, por ejemplo, con la televisión. De esta forma verán la lectura como algo malo. La lectura en todo caso debe ser un premio.
-Corregirlos de forma constante. Aunque intentemos ayudarlos si no les dejamos su tiempo lo verán como algo tedioso y se frustrarán.
-Darles para leer cuentos que no les gustan o les resultan aburridos. No tienen por qué leer los clásicos si no les atraen.
-Obligarles a terminar un libro que no les está gustando. No pasa nada si dejan un libro y prueban a leer otro, lo importante es que lean. Aburrirse leyendo sin una razón poderosa no es conveniente. Otra cosa es que el título sea de obligada lectura en el colegio.
-No acompañarlo a librerías, ni bibliotecas o a cuentacuentos. Es importante que se mueva en esos ambientes para comenzar a interesarse por la lectura. Además, es bueno compartir la lectura con ellos.
-Si le ha gustado una película, recomiéndale el libro de la misma.
-No jugar con la lectura. Encontrar un momento del día para leer de forma conjunta, en alto, interpretando… es fundamental para que los niños vean la lectura como algo divertido.
-No aprovechar las oportunidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Ahora se puede leer de manera digital, lo cual puede resultar más atractivo para nuestros hijos.
-No tener en cuenta la edad o las preferencias del niño. Según van madurando nuestros hijos preferirán otro tipo de libros y es posible que otros ya los vean más infantiles.
-La lectura es un mundo por descubrir y una fuente de beneficios y conocimiento. Los padres pueden motivar a sus hijos evitando caer en estos errores tan comunes.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Con el tiempo que pasas en las redes sociales cada año podrías leer 200 libros
Fuente: saposyprincesas / MF