La gran final del Mundial de Clubes que debía consagrar un año brillante para el París Saint-Germain terminó en escándalo. Luis Enrique, técnico del conjunto parisino, perdió el control en el epílogo del partido y terminó golpeando al jugador del Chelsea Joao Pedro, en una escena que opacó por completo el espectáculo que la FIFA tanto promovía como un éxito global, con el presidente Donald Trump presenciando desde el palco.
El Chelsea, con autoridad, goleó al PSG y le arrebató el trofeo en un partido que parecía sacado del manual parisino: dominio, contundencia y espectáculo. Pero esta vez, los papeles se invirtieron y los ingleses fueron quienes propinaron una humillación al equipo de Luis Enrique, que no supo digerir la derrota.
Ya con el marcador consumado y la tensión desbordada, las cámaras captaron el momento exacto en que el estratega español se dirigió furioso hacia Joao Pedro, a quien increpó y luego golpeó, dejando una imagen lamentable que rápidamente se volvió viral en redes sociales. El incidente dejó en shock a propios y extraños, opacando los festejos del Chelsea y generando un escándalo de proporciones internacionales.
Luis Enrique, que había conducido al PSG a un año lleno de títulos, incluyendo la Ligue 1, la Copa de Francia y la Champions League, ahora cierra el ciclo con una mancha difícil de borrar. Todo indica que la FIFA, que intenta posicionar este nuevo formato del Mundial de Clubes como un torneo de élite, impondrá una dura sanción al técnico por su conducta antideportiva.



