Cuando hablamos de Luka Modric, no solo nos referimos a un futbolista de talento excepcional, sino a una leyenda viva que ha dejado huella en cada rincón del planeta. Con casi 39 años, la idea de retirarse parece lejana, pues el croata mantiene intacta su pasión y ambición. Esta crónica explora su trayectoria, su inquebrantable compromiso con la selección croata, y su sueño de participar en el Mundial de 2026, a pesar de los desafíos que implica su avanzada edad.
Luka Modric no es un jugador ordinario. Desde su llegada al Real Madrid, ha sido el eje central en la construcción de uno de los equipos más exitosos de la historia reciente. Su capacidad para leer el juego, su visión, y su precisión en los pases lo han hecho indispensable tanto para el club como para su selección. Tras la decepción en la última Eurocopa, algunos pensaban que su ciclo en el equipo nacional había terminado. Sin embargo, Modric ha demostrado que aún tiene mucho por ofrecer.
En la próxima Nations League, Croacia se enfrentará a rivales de alto nivel como Portugal y Polonia. En ambos encuentros, Modric será la clave para mantener el equilibrio y la creatividad en el centro del campo. La reciente retirada de Marcelo Brozovic ha dejado un vacío que el veterano croata está dispuesto a llenar, asumiendo aún más responsabilidad en la cancha.
La posibilidad de que Modric llegue al Mundial de 2026 es real, aunque exigirá un esfuerzo físico y mental significativo. Para entonces, tendrá 40 años, una edad en la que la mayoría de los futbolistas ya han colgado las botas. Sin embargo, ejemplos recientes como Cristiano Ronaldo y Pepe, quienes compitieron a un alto nivel en la última Eurocopa, ofrecen un rayo de esperanza para Modric. Él sabe que el camino no será fácil, pero su determinación y amor por el juego podrían llevarlo a cumplir su último gran sueño.