El príncipe Harry de Inglaterra ha considerado un giro radical en su identidad familiar al contemplar abandonar su actual apellido, Mountbatten-Windsor, para adoptar el apellido materno, Spencer. Según reveló The Mail on Sunday, el hijo menor del rey Carlos III incluso discutió esta posibilidad con su tío, Charles Spencer, conde Spencer y hermano de Diana de Gales, durante una inusual visita a Gran Bretaña.
El duque de Sussex, quien lleva años alejado del protocolo real tras su mudanza a Estados Unidos, habría mostrado un interés activo en asumir el apellido de su madre, fallecida en 1997. La intención habría supuesto también un cambio de apellido para sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, quienes hasta ahora utilizan Mountbatten-Windsor.
Sin embargo, la idea no prosperó. Fuentes cercanas a la familia relataron al medio británico que, tras mantener una conversación amistosa con el conde Spencer en Althorp –residencia familiar de los Spencer en Northamptonshire–, Enrique recibió el consejo de desistir. “Los obstáculos legales eran insuperables”, afirman allegados, citados por The Mail on Sunday.