Las vacunas son, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), probablemente el mayor avance contra las enfermedades en la historia de la humanidad. Sin embargo, en el mundo hay personas que cuestionan su efectividad, las rechazan y consideran que son más perjudiciales que beneficiosas para la salud.Estas personas se conocen como antivacunas, un movimiento que ha existido siempre, solo que durante esta pandemia de la covid-19 este grupo de la sociedad ha tomado auge en las redes sociales.
Abordamos a Paulino Vigil De Gracia, investigador distinguido del Sistema Nacional de Investigación de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), quien señaló que la mayoría de las creencias de este grupo se basa en testimonios anecdóticos no verificables y teorías conspiradoras.
¿Cuáles son los criterios que debe tener una persona para evaluar un artículo científico antes de compartirlo?
Hay muchos criterios, pero el primero es verificar que realmente está publicado en una revista científica y de prestigio. Se debe verificar el año de la publicación y que no sea una revista depredadora.
¿Por qué es importante la vacunación?
Es la forma científica más conocida para evitar enfermedades infecciosas, no existe otra técnica mejor que esa.
¿Por qué las vacunas no son peligrosas?
Una vez la vacuna se comercializa o se empieza a distribuir a la población, ya ha pasado por una serie de investigaciones o filtros que permiten que la población la reciba a muy bajo riesgo, por lo que no son peligrosas, porque si fuesen peligrosas no saldrían al público. Probablemente en la primera fase de investigación uno puede probar que eso que se está usando es peligroso y uno no seguiría con el proceso, si se sigue investigando las vacunas solo llegarían a la población cuando el riesgo es mínimo con el mayor beneficio posible.
¿Cree que el sentimiento antivacunas tenía la misma relevancia antes de la pandemia?
Absolutamente ha cobrado un auge enorme después de esta pandemia. Tenemos que aceptar que la gente conoce más sobre el tema de las vacunas hoy día que antes de la pandemia.
¿De dónde cree que viene este miedo a vacunarse?
Hay muchas causas por las cuales las personas no se quieren vacunar. Hay reales antivacunas, simplemente por oponerse o porque no aceptan que se les inyecte algo “artificial” para defenderse de una enfermedad. Habrá otros casos en que quizá a algunos no les ha ido bien con las vacunas y usan eso como criterio para no vacunarse, pero lo más importante es que hay muchísima gente que desconoce el real beneficio de las vacunas y creen hoy día con las redes sociales en muchos argumentos falsos y por eso deciden no vacunarse. Hay personas que no creen en las vacunas por malas experiencias, otros porque son antivacunas por naturaleza y gente que simplemente se ha ido convenciendo de ese mal concepto por el uso de las redes sociales. Hay otro grupo grande de personas que simplemente por presión de grupo toman la postura de ir en contra de las vacunas.
¿Por qué cree usted que “triunfan” este tipo de movimientos antivacunas?
Ellos tienen sus adeptos y en muchos casos la presión de grupo influye muchísimo. Hoy día con tanta tecnología tienen la facilidad de reunirse o agruparse y defender lo que no es correcto. Este movimiento ha cobrado gran auge porque se organizan muy bien y las redes sociales los ayudan de gran manera a ello.
¿Cree que el movimiento antivacunas tiene un brazo político?
No solo hay un brazo político, también tienen un brazo económico detrás de todo este movimiento. Los grandes grupos antivacunas tienen intereses comerciales e intereses alejados de los beneficios de la población.
¿Cree que se debería pedir sanciones y medidas restrictivas para quienes impulsan este tipo de movimientos antivacunas?
Creo que debemos ser más enérgicos y más claros en la comunicación a la población sobre los beneficios de las vacunas, pero estoy totalmente de acuerdo con que a los antivacunas tienen que restringirles ciertas oportunidades que se les da a la población, ya que ellos están poniendo en riesgo a la población. Estoy convencido de que la sanción no es la vía correcta, pero restringirles accesos o ingresos a ciertos lugares sí.
¿Las redes sociales podrían catalogarse como la nueva gran amenaza para la salud mundial?
No lo creo de esa manera, por el contrario, las redes sociales son una plataforma que si se utilizan de la manera correcta son de tremenda ayuda a la ciencia; sin embargo, si se utilizan de mala manera y con el alcance que tienen las mismas, puede llegar a la población información errónea, imprecisa o malintencionada. Las redes sociales son una herramienta de gran utilidad para la ciencia, pero también son usadas por personas con malos intereses para promover falsedades, incoherencias o manipulación de la ciencia.
¿Cree que hace falta generar conocimiento y confianza en la ciencia, enseñar a distinguir entre información y opinión?
Hace mucha falta y más de parte de los propios científicos. Hay algunos que solo se la pasan en los laboratorios viendo pacientes o analizando información y pretenden que la información llegue a la población solo a través de libros o revistas. Tenemos que comenzar a empoderarnos un poco del conocimiento y de esa información para que llegue lo más directa posible a la población, y lo podemos hacer con la ayuda de las redes sociales. Además, las autoridades y los gobiernos deberían ayudar más a los defensores de la ciencia, a los científicos, respaldando las decisiones y la evidencia que surge a través de la ciencia. Mientras las autoridades no le den el respaldo correcto a la ciencia o a la investigación, siempre vamos a adolecer de ese gran beneficio de mostrar lo que es la ciencia.
¿Los antivacunas ponen en peligro la inmunidad del rebaño?
Por supuesto que sí y no solo en Panamá, en el mundo entero. Dependiendo de la cantidad de población que tengas antivacunas, claro que se puede entorpecer la inmunidad del rebaño.
¿Qué podemos hacer para frenar la desinformación que traen consigo los movimientos antivacunas?
Frenarlos no será fácil porque son grupos muy bien organizados, debemos hacer una publicidad mucho más agresiva que le llegue a toda la población sobre los beneficios de las vacunas. Es más fácil convencer a las personas que amenazarlos e intimidarlos. También cada día debemos sumarnos a las autoridades en informar de la manera correcta, ya que las autoridades un día actúan de una forma y al día siguiente de otra, lo que hace que pierdan credibilidad y cuando una autoridad pierde credibilidad eso les da más oportunidades a los antivacunas. Los científicos también debemos hacer una mayor divulgación a la población sobre las grandes verdades; por ende, la única forma que veo en que podamos combatir este tipo de movimientos es que las personas que saben y creen en la ciencia divulguen y se haga más mediática la información y que los gobiernos sean realmente una herramienta de información correcta y no anden perdiendo credibilidad.
PERFIL
Dr. Paulino Vigil De Gracia
Investigador distinguido del SENACYT desde el 2011Director científico de la federación latino americana de Ginecólogos y Obstetras 2011-2017.
Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia Past Presidente de la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología.
Miembro Titular de la Academia Panameña de Medicina y CirugíaMiembro activo del Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras.
Más de 86 artículos científicos publicados en revistas indexadas
Autor de 11 libros de Ginecología y Obstetricia y de un libro de Metodología de la investigación.