En el mundo existen siete especies de tortugas marinas y en Panamá se pueden observar cinco de ellas, pero si las siguen matando para el consumo de su carne y venta de sus huevos podrían desaparecer del país.
Huevos de tortuga carey: Fueron decomisadas por las autoridades competentes. Foto/Cortesía.Su caza ilegal es algo que ocurre todos los años, pero lamentablemente en los primeros meses de la pandemia, y en específico durante la cuarentena, se vio un aumento en los casos reportados en la provincia de Bocas del Toro.
Experta preocupada
La bióloga Cristina Ordoñez Espinosa, de Sea Turtle Conservancy (STC), indicó que se tiene conocimiento de que en el caso de al menos dos tortugas canal que fueron asesinadas en playa San San, Bocas del Toro, fue solo para sacarle los huevos.
Agregó que durante este año se han robado al menos 24 tortugas carey en las playas de anidación en Isla Colón, Cayo Zapatilla, Playa Larga, todas dentro del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos. Mientras que en la comarca Ngäbe Buglé, hay evidencia de 10 casos en playa Roja y cuatro en playa Chiriquí.
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La investigadora agregó que en cuanto a las tortugas verdes, al menos cuatro han muerto para su venta, “pero sabemos que son más por el consumo de carne en diferentes partes de la provincia, como Almirante, Changuinola e Isla Colón, en Bocas”.
La bióloga dijo que cuando tienen información de saqueos de huevos de tortugas acuden a las autoridades y presentar las denuncias pertinentes. Solo este año se han presentado cuatro denuncias: dos por saqueo de huevos y dos por venta de carne.
Expresó que el asesinato en masa de las tortugas marinas se realiza entre los meses de mayo a agosto, por el inicio de la temporada de anidación de la tortuga carey y la pesca de tortugas verdes. Estas últimas no anidan en grandes cantidades en Panamá, pero se alimentan y reproducen en nuestras aguas; además, Panamá es un corredor migratorio para ellas.
Aleta de tortuga verde: Fueron cortadas para su venta. Foto/CortesíaDonde se están dando más estos casos es en el Caribe panameño se tiene como costumbre comer tortugas marinas, comunidades en la provincia de Colón, Veraguas, Comarcas Guna Yala y Ngäbe Buglé; la provincia de Bocas del Toro se destaca en el consumo de estos reptiles no por nada se les llama los “Tortugueros”a los Bocatoreños. Las Provincias de Bocas del Toro y Colon, tienen larga historia, sobre su participación en el comercio internacional de tortugas marinas dura los 60 años.
Mensaje
La científica le envió un mensaje a la población: “Todo panameño debe sentirse orgulloso de tener esta gran variedad de animales y, sobre todo, tiene el deber de protegerlas. Evitemos contaminar los océanos, aborrezcamos el uso de plásticos de un solo uso, no consuman productos derivados de tortugas marinas y denuncie cualquier delito que atente contra el ambiente”
Datos interesantes
En Panamá, a la tortuga Baula, se le conoce con el nombre de tortuga Canal, debido a los “canales”que se forman en medio de las líneas o quillas de su caparazón. Baula es el nombre común de Costa Rica.
La tortuga canal, no son muy consumidas por la raza indígena, ya que está arraigada a la cultura y leyendas como la madre de las tortugas (Ngäbes y Gunas), además que, por opinión de diferentes personas, tiene un fuerte sabor a marisco que la hace poco apetecible. Sin embargo, en algunas comunidades latinas y negra en Bocas del Toro, come esta tortuga principalmente en tierra firme, utilizan variados condimentos para hacerla más comestible. Otras especies consumidas son la tortuga verde y/o blanca y carey.
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La tortuga Verde y/o Blanca; principalmente es muy buscada por su carne, aceites y huevo, ya que es la «más sabrosa», según los consumidores.
La tortuga Carey; también se aprovecha su carne y huevos, sin embargo, el mayor botín lo constituye el caparazón utilizado para la joyería, espuelas y uñas de guitarra.
Tanto la tortuga Carey como Verde han tenido por décadas, gran presión por las comunidades, tanto para el consumo como el comercio.



