El Ministerio de Salud (MINSA) confirmó que el dengue está dando guerra en Panamá y ya deja 11 defunciones en lo que va del 2025. Según el último informe epidemiológico, se han acumulado 7,196 casos a nivel nacional hasta la primera semana de julio, y lo más preocupante es que están circulando serotipos bien agresivos: DEN-3 y DENV-4, que pueden causar cuadros graves y hasta fatales.
De los miles de infectados, 6,379 personas presentaron síntomas leves, pero 751 desarrollaron signos de alarma y 66 fueron diagnosticados con dengue grave. La situación ya ha llevado a 667 pacientes a hospitales, lo que muestra que esta enfermedad no es ningún resfriado de verano.
Las regiones más golpeadas por el mosquito
La guerra contra el Aedes aegypti está más encendida en la Región Metropolitana, que acumula 1,661 casos, seguida de cerca por Panamá Oeste con 1,481 y Panamá Norte con 749. Pero no se queda ahí: en Chiriquí, donde ya hay 4 muertos, se reportan 483 casos; mientras que en Bocas del Toro hay 464 y 2 defunciones más.
También se han confirmado muertes por dengue en Darién (2), Coclé (1), Panamá Este (1) y la misma capital. El virus está regado por todo el país: Darién, Los Santos, Veraguas, Colón, Herrera, Coclé, Ngäbe-Buglé y hasta Kuna Yala están en la lista negra.
No es solo una picada
El MINSA detalla que la tasa de incidencia es de 157 casos por cada 100 mil habitantes, afectando en su mayoría a personas entre los 10 y 59 años. O sea, la población más activa está en riesgo. El llamado es claro: nada de confiarse ni de automedicarse, porque lo que parece una simple fiebre puede terminar con el paciente en cuidados intensivos.
¡A limpiar los patios ya!
Las autoridades de salud están metiendo el acelerador con fumigaciones y operativos de control de vectores, pero el mensaje es claro: la pelea empieza en casa. Hay que botar los criaderos, voltear los tiestos, eliminar latas, botellas, llantas y todo lo que acumule agua. Y si tienes fiebre, dolor de cabeza, ojos o cuerpo cortado, corre al centro de salud.
El mosquito puede ser pequeño, pero el daño que deja es grande. El dengue sigue siendo potencialmente mortal, y mientras circulen los cuatro serotipos —especialmente DEN-3 y DENV-4—, el riesgo de que esto se ponga peor es real.
“No es cuento chino, el dengue mata y el mosquito vuela más rápido que la conciencia. ¡A ponerse las pilas, Panamá!”, advierten desde el MINSA.



