El mundo de Raúl Pineda se vino abajo. El diputado panameño atraviesa uno de los momentos más oscuros de su vida tras el arresto de su hijo, Abraham Rico Pineda, acusado de un supuesto delito contra el orden económico.
Una herida que, según confesó, le rasgó el alma y lo llevó a buscar consuelo en la fe.
“Quizás algunos se han burlado porque últimamente me ven más cercano a la Palabra de Dios. Y sí… es verdad. Estoy muy cerca de Él. Porque solo ahí, solo en Dios, he encontrado refugio en medio del dolor más grande que me ha tocado vivir”, escribió Pineda en un mensaje desgarrador en sus redes sociales, mientras decenas de internautas reaccionaban con comentarios ácidos y memes.
La detención de Abraham fue como una tormenta inesperada, que lo dejó desvelado, con el corazón hecho pedazos y una mente nublada por el dolor. En su testimonio, el político confesó: “He pasado noches sin dormir, momentos en los que sentía que no podía más. Donde la mente se nubla, el corazón se rompe y uno simplemente se cae. Y fue ahí donde la Palabra de Dios me levantó”.
En medio del caos, encontró fuerzas que, dice, ya no tenía. “Desde que me aferré a ella, he encontrado paz en medio del caos, fuerzas donde ya no tenía, y una esperanza que me sostiene cada día”.
Raúl Pineda, acostumbrado a la lucha política, enfrenta ahora un dolor personal que pocos entienden. “A los que me escuchan, gracias por acompañarme. Dios los bendiga. De corazón. Y a los que se burlan, también los entiendo. A veces el que se burla es porque no conoce el dolor, o porque aún no ha tenido que buscar a Dios con lágrimas en los ojos”.
Mientras tanto, Abraham sigue tras las rejas, mientras su padre clama a todos que, cuando todo se cae, solo Dios queda. Como cierre a su mensaje, dejó una frase que resonó con fuerza: “Les regalo hoy Juan 11-35 ‘JESÚS LLORÓ’”.
