Panamá cumple ya cuatro semanas de movilizaciones y manifestaciones que, aunque forman parte del derecho democrático, están causando serios daños económicos, especialmente por los cierres y bloqueos en el interior del país. Empresarios y comerciantes alertan sobre las pérdidas que afectan al sector productor, turismo, restaurantes y hoteles, y que ponen en riesgo miles de empleos.
Alicia Jiménez, presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio, expresó en Noticias AM que protestar es un derecho, pero bloquear el libre tránsito afecta a terceros y genera consecuencias negativas. “No solo hay pérdidas económicas, sino también en la formación de talento humano”, señaló. Además, destacó que personas con enfermedades pierden citas médicas debido a las interrupciones.
Jiménez explicó que los bloqueos dificultan que muchas microempresas puedan trabajar y salir adelante. También lamentó las “situaciones extremas y radicales” de ambas partes, tanto de obreros como del gabinete, y pidió un acercamiento para llegar a un diálogo que beneficie al pueblo, que es el más afectado.
En la provincia de Bocas del Toro, donde se mantienen bloqueos, la dirigente advirtió que si la empresa Chiquita Panamá decide irse, se perderían entre 6,000 y 7,000 empleos, un golpe fuerte para la economía local. “No puede ser que el gobierno tenga que asumir esos empleos inmediatamente cuando es la empresa privada la que los ofrece con sostenibilidad”, agregó.
Chiquita Panamá informó la mañana de este lunes 12 de mayo que luego de una primera evaluación a la afectación de las plantaciones bananeras, como consecuencia de la huelga laboral, suspenderán de forma definitiva la producción en una finca completa y áreas adicionales. pic.twitter.com/d8a4k2yUvN
— Lissette Centeno Prieto (@LissetteCenten) May 12, 2025
El sector turismo y gastronómico también sufre las consecuencias, con pérdidas de hasta un 40% en ventas en restaurantes y hoteles. Jiménez alertó que muchos empleados jóvenes podrían quedar sin trabajo si la situación persiste.
Según datos recientes, las paralizaciones y cierres de vías han provocado pérdidas económicas que superan los 1,700 millones de dólares y ponen en riesgo alrededor de 26,000 empleos en todo el país. La actividad comercial ha caído entre un 10% y 20%, afectando la estabilidad laboral y el desarrollo económico.
El gobierno ha respondido con acciones policiales para despejar bloqueos, pero el presidente José Raúl Mulino ha señalado que los temas que motivan las protestas, como la reforma a la seguridad social y acuerdos internacionales, no son negociables. Mientras tanto, sindicatos, trabajadores y sectores sociales mantienen las movilizaciones, exigiendo cambios y denunciando desigualdad social y pobreza persistente.