En exactamente un mes da inicio el periodo escolar 2022, el que después de dos años de ser a distancia y en modo virtual, debido a la pandemia por la covid-19, volverá a ser presencial en su totalidad.
Ese objetivo se ha vuelto una prioridad para las autoridades de gobierno que avanzan en un acelerado programa de reparación y mantenimiento de escuelas. Sin embargo, hay muchos otros elementos a tomar en cuenta si queremos que el retorno a las aulas se dé sin mayores tropiezos.

Con una amplia experiencia y formación en el sistema educativo y gremial, la profesora y dirigente Yadira Pino examina junto a El Preguntón cómo estamos para el siguiente paso.
El inicio de clases presenciales es un anhelo de todos luego de dos años de clases a distancia, pero ¿ya estamos listos para dar ese paso?
“En efecto, es una necesidad urgente ante la exclusión a la educación a la que se forzó a un gran número de estudiantes, porque el Estado negó recursos o facilidades para la conectividad o modalidad a distancia. Pero la realidad es que no estamos preparados para dar el paso a clases presenciales seguras ni condiciones de educabilidad justas para educación de calidad”.
¿Están los docentes conformes con la jornada de adecuación de los planteles para recibir a los estudiantes? ¿Estarán a tiempo?
“La administración Cortizo-Gorday de Villalobos no ha tenido la voluntad política de dar el mantenimiento a los planteles en estos dos años que no han sido usados los mismos y lo que supuestamente están haciendo a la ligera para reparar puede que no esté a tiempo en su totalidad. Sin embargo, la realidad se hará evidente al irse desarrollando el año lectivo”.
Se sabe que en las áreas de difícil acceso ese proceso no se completará. ¿Cómo harán los maestros de estas zonas, históricamente afectados en su condición laboral?
“En estas áreas más distantes y marginadas del desarrollo, por el abandono de todos los gobiernos pos invasión, las condiciones siguen siendo críticas y es una cruda realidad a la que la comunidad educativa se enfrenta año tras año, gobierno tras gobierno. Los docentes harán lo de siempre, asumir la responsabilidad, incluso a costa de sus vidas, lo cual es una total violación a los derechos humanos y laborales. Por eso no se puede exigir educación de calidad”.
LEA TAMBIÉN: Meduca coordina con gremios docentes reapertura de la escuelas
¿Qué ha propuesto el gremio para que en el caso de las instalaciones escolares estas estén listas a tiempo?
“Planes de Prevención de riesgos, planificación para construcción y mantenimiento permanente de edificios escolares, inversión real, por lo menos el 6% del PIB que señala la Ley Orgánica de Educación. Pero también controles en el uso de esos fondos públicos y supervisión para el cumplimiento de las obras”.
En pandemia la planilla del Meduca creció. ¿Se ha nombrado al personal administrativo y docente que garanticen un proceso efectivo de enseñanza?
“La información que manejamos es que en los dos años y medio de Gobierno en el Meduca se esforzaron por despedir de forma masiva a los administrativos, sobre todo trabajadores manuales, una gran cantidad con enfermedades crónicas o familiares con discapacidad, -que ironía viniendo la ministra de administrar el IPHE. En cuanto a los docentes, no se nombró la cantidad que se necesitaba, exponiendo un gran número de estudiantes que no recibieron su plan de estudios completo. De modo que si la planilla aumentó fue en nombramientos de alta jerarquía o salarios jugosos por clientelismo político. Sería bueno solicitar una auditoría de personal, encontraríamos muchas irregularidades. Pero hasta el momento la ministra Maruja Gorday de Villalobos ha negado todo tipo de informe oficial formal de FECE, programas y demás renglones que requieren evaluación”.
Supimos de casos en el proceso de recuperación académica donde los estudiantes llegaban a las aulas y no había docentes para atenderlos. ¿Qué pasó allí?
“La improvisación y la discreción son características típicas del Ministerio de Educación. Procesos y procedimientos desordenados que causan daños y perjuicios. Este proceso requiere de planificación y preparación, con anticipación, lo más seguro es que todo se hizo a última hora (porque el proceso fue anunciado casi al momento de comenzar) y no se evalúa las irregularidades para corregirlas”.
El impago a los educadores es una constante, ¿se ha mejorado eso o hay garantías de que no ocurrirá este año escolar?
“Es una violación a los derechos laborales de los docentes, que se ha convertido en costumbre de los distintos gobiernos. Al Meduca siempre se le recorta presupuesto y ante la no planificación no se prevé los aumentos de matrícula y otros renglones como licencias y demás, usan el dinero disponible de manera discrecional. Hay docentes que llevan esperando 10 hasta 15 años o más por esas deudas, y que de manera irónica denominan vigencias expiradas. Sería justo que este año no ocurriera ese impago, pero lo más seguro es que se repita esa constante que afecta no solo al docente, sino a toda su familia y que se endeuda para cumplir con un trabajo que no le remuneran”.
LEA TAMBIÉN: “Nito está rodeado de algunos bandidos y bandidas que solo quieren lucrar”: “Bolota”
Como docentes, ¿perciben que hay acompañamiento de la sociedad para que nuestro sistema de enseñanzas camine?
“No hay ese acompañamiento. Hay ciertos sectores que intentan hacerlo, pero la mayor parte critica la labor docente y exige calidad de educación sin conocer a fondo la realidad que vivimos los profesionales de la docencia, cuya salud y seguridad ocupacional está en constante riesgo y en indefensión, además de las condiciones de educabilidad que requieren políticas públicas e inversión, planificación, entre otras”.

¿Qué cree que falte?
“Políticas públicas, que generen una planificación en base a un presupuesto real y cónsono con la realidad educativa, qué hacer y cómo hacerlo. Disposición política para llevar a cabo esa planificación, inversión real, control en el uso de los fondos destinados, transparencia. Que el nombramiento de quien administre el ministerio y del resto de funcionarios que toman decisiones sea de profesionales que demuestren conocimiento y capacidad, no por partidocracia. Acompañamiento de especialistas para cuidados humanos, los gabinetes psicopedagógicos, disposición de Internet de calidad, mantenimiento permanente de los edificios escolares, desburocratizar el fondo de equidad y calidad educativa (FECE), entre otros”.
Siendo autocríticos, ¿qué cosas distintas pueden aportar los educadores para que nuestro sistema de enseñanza avance?
“Formación continua de calidad cónsona con los nuevos paradigmas de la educación. Que la formación responda a las nuevas tendencias, que sea más realista a las necesidades de la sociedad. Que se actualice en evaluación e investigación porque su puesta en práctica es crucial para guiar el proceso educativo. Y dejar de asumir actividades o responsabilidades que no le competen y que algunas corresponden a funcionarios de otras instituciones, pero la delegan en el docente y que algunos directivos o supervisores le obligan; es necesario dedicarse más al acto pedagógico del aula, sin dejar de proyectarse socialmente”.
De parte de las autoridades y padres de familia, ¿qué está faltando?
“De parte de las autoridades mayor compromiso de asistir o acompañar a resolver las necesidades o problemas en las escuelas y a nivel social, la situación laboral e intrafamiliar, los maltratos y abusos que sufren los menores de edad, que influye directamente en el proceso educativo. En cuanto a los padres y madres de familia, juegan un papel muy importante en la educación de sus hijos, porque la primera educación comienza en casa y por eso tiene un gran compromiso en la formación de valores como seres humanos para ser capaces de vivir armónicamente en sociedad. Faltaría una mayor y mejor comunicación con los docentes para un buen entendimiento, estrechar los lazos, pues sus hijos son nuestros hijos mientras están bajo nuestra responsabilidad; y por último, políticas públicas para padres y madres que trabajan para hacer ajustes de horario y así facilitar el seguimiento y apoyo a sus hijos en edad escolar, entre otros”.