Un operativo conjunto entre la Policía Nacional y la Procuraduría General de la Nación (PGN) dejó al descubierto un inquietante escenario en el distrito de Portobelo, provincia de Colón: 100 paquetes de presunta droga y un cadáver dentro de un vehículo.
La intervención, coordinada por la Fiscalía Regional de Colón y Guna Yala, se ejecutó tras labores de inteligencia que condujeron a un punto específico donde se ubicaba el automóvil sospechoso. Al revisar el interior del vehículo, los agentes encontraron paquetes rectangulares cuidadosamente embalados, similares a los utilizados por redes de narcotráfico, junto al cuerpo sin vida de una persona.
Además del decomiso, un ciudadano que se encontraba en las cercanías fue aprehendido para investigación. Las autoridades no han revelado su identidad, pero confirmaron que se está analizando su posible vinculación tanto con la droga como con el fallecido.
El caso ha sido asumido por los peritos del Ministerio Público, quienes ya iniciaron el análisis forense de los paquetes para confirmar la sustancia y determinar su peso total, mientras se investiga la causa del deceso de la persona hallada en el vehículo.
Las autoridades han guardado cautela respecto a los detalles del cuerpo, incluyendo si presentaba heridas visibles o signos de violencia, y no se descarta que el caso tenga conexión con una red de narcotráfico que opera en el Caribe panameño, una zona históricamente utilizada como ruta de paso para cargamentos ilegales.
Este hallazgo se suma a otros decomisos recientes en la provincia de Colón, donde las operaciones contra el narcotráfico se han intensificado en los últimos meses. La cercanía al mar, las rutas vehiculares y la actividad portuaria convierten a esta región en un punto estratégico, pero también vulnerable, para el movimiento de droga hacia Centroamérica y otros destinos internacionales.
El Ministerio Público continuará con las diligencias para determinar si el cuerpo fue abandonado tras un enfrentamiento interno o si se trató de un intento fallido de transportar la carga sin levantar sospechas.