Después de casi un año fuera del octágono y amagar en varias ocasiones con su regreso, el mayor espectaculo del UFC, la judoca Ronda Rousey confirmó que volverá a pelear por el título gallo del organismo el próximo 30 de diciembre.
Desde su debut en marzo de 2011 hilvanó doce victorias consecutivas sin llegar a la decisión de los jueces (las ocho primeras definidas con la técnica de Juji Gatame, una llave de brazo). Su estilo agresivo, su aparente indestructibilidad y belleza llamaron mucho la atención.
Pero el sábado 14 de noviembre de 2015 su carrera dio un vuelco: en el Etihad Stadium de Melbourne fue noqueada en el segundo round por una poderosa patada en la cabeza de su compatriota Holly Holm, lo que le hizo perder el título y replantearse varias cosas.
Su personaje de chica ruda e invencible le nubló su esencia en la pelea. No planeó bien el choque, ni intentó llevarlo al piso cuando era notorio que estaba siendo superada por su rival en el intercambio de golpes.
A tres meses de aquel nocaut, Rousey había confesado que pensó en suicidarse. 'Honestamente, estaba en la esquina de una habitación del hospital y pensaba en suicidarme', dijo entre lágrimas en una entrevista televisiva.
Sin embargo, después de ese episodio, Ronda se levantó y ya se muestra lista para volver al combate.