Tuvo que pasar lo que pasó para que finalmente percibiéramos el carácter de Christiansen. Segunda vez en la historia que Panamá es eliminado en un fase de grupos, algo que solo sucedió en la primera participación en 1993 con Saúl Suárez en el banquillo.
Todo bien con sus conocimientos de fútbol en los que le da clase al país entero, pero si algo podemos resaltar en las figuras de Mansilla, Cheche, Julio o Bolillo es que fueron entrenadores que mostraron carácter a lo interno del camerino y ante los micrófonos o en el banquillo. Lograron unidades en los camerinos pero con carácter.
Empezó la Copa Oro diciendo que tenía que apoyar a los suyos y cerró diciendo que no se discute la falta de actitud del segundo tiempo, es decir que los jugadores le fallaron a él.
La buena camada ilusiona. Andrade en defensa, Carrasquilla en la mitad y otros que están esperando su llamado. Sin embargo, la historia nos recuerda que hay que tenerlos bien puestos para los momentos bravos, y desentenderse de esos que ya la vivieron en la eliminatoria anterior no está bien.
Las formas cómo retiró a Román, chifear a Cooper en la lista inicial de Copa Oro y que Gaby Torres se tuvo que conformar con jugar frente a Granada. No existe consideración hacia ellos o quiere que la única voz de mando sea la suya.
“He perdido la continuidad que hubiera querido tener. Los jugadores que han venido en mi posición lo han hecho de buena forma. Es una decisión que vengo hablando con mi familia, tengo que analizarla bien, no he dicho que voy a abandonar”.
¿Se puede estar tranquilo con esas palabras? A mi eso no me da tranquilidad y atenta contra esa esperanza a la que se apela en los momentos más complicados.
En cuarentena (42 días) que restan para enfrentar a Costa Rica en la fecha 1 de la Octagonal hay poco por hacer en cancha. Los jugadores se marchan a sus clubes, algunos llegan tarde a su pretemporada y otros se ven comprometidos por lesiones. El cuerpo técnico dará seguimiento, estudiará a los tres rivales de septiembre, pero los entrenamientos no llegarán hasta 3-4 días antes del 2 de septiembre.
Lo que sí puede hacer es tranquilizar a Gaby, llamar a Chen y hacer las paces con Román. Yo estoy seguro que para los nuevos en el equipo sí representa algo la figura de Mazinger y su discurso puede dar ese ingrediente final para de una vez por todas salir de estas. Y ojo, que tal vez no haga falta convocarlo, pero por qué no acercarlo al camerino, sí a fin de cuentas ahora está en Penonomé.