Desde que James Rodríguez aterrizó en Vallecas el pasado agosto, su paso por el Rayo Vallecano ha estado marcado por la incertidumbre. Aunque el colombiano llegaba con el respaldo de su actuación en la Copa América, las estadísticas actuales pintan un panorama desolador: solo 205 minutos distribuidos en siete partidos, de los cuales solo dos han sido como titular.
Su última aparición en LaLiga fue el 8 de noviembre, ingresando a los 77 minutos frente al Valencia. Desde entonces, James ha desaparecido del radar competitivo. Según declaraciones de David Cobeño, director deportivo del club, el mediocampista no está apartado. Sin embargo, la falta de explicaciones claras sobre su ausencia ha alimentado las especulaciones.
El técnico Iñigo Pérez ha evitado dar detalles, mientras que compañeros como Isi Palazón han salido en defensa de James, asegurando que su actitud en los entrenamientos es intachable. A pesar de esto, parece evidente que la llegada del colombiano fue más una decisión dirigencial que una apuesta del entrenador.
Con seis meses restantes en su contrato, el futuro de James podría resolverse en el próximo mercado de invierno. En México, el América ya lo tiene en su radar, y no sería la primera vez que el colombiano recurre a un cambio de aires para revitalizar su carrera.
Lo cierto es que la relación entre James y el Rayo Vallecano está lejos de ser ideal. Aunque se esperaba que su experiencia aportara liderazgo al equipo, la falta de minutos y la ausencia de confianza por parte del DT han diluido las expectativas. Mientras tanto, el colombiano sigue entrenando, esperando una oportunidad que parece cada vez más lejana.
Con su historial de altibajos, James Rodríguez enfrenta un nuevo desafío: demostrar que aún tiene mucho por ofrecer en el competitivo mundo del fútbol profesional. ¿Será Vallecas el lugar donde recupere su brillo, o México le abrirá las puertas a un nuevo comienzo? El tiempo lo dirá.