Shohei Ohtani sigue rompiendo moldes y no solo dentro del diamante. La pelota de su jonrón número 50 en la temporada 2024, que consolidó su lugar como uno de los jugadores más completos de la MLB, fue subastada por $4.4 millones, convirtiéndose en la pelota más cara jamás vendida en cualquier deporte.
El icónico momento ocurrió el pasado 19 de septiembre en el LoanDepot Park de Miami, cuando Ohtani, en su versión más explosiva, conectó tres cuadrangulares contra los Marlins. Sin embargo, fue su segundo jonrón del día el que pasará a la historia. No solo porque significó su número 50 en la temporada, sino porque también lo convirtió en el primer jugador en combinar 50 jonrones y 50 bases robadas en un mismo año.
La subasta, organizada por Goldin Auctions, inició con una oferta modesta de $500 mil el 27 de septiembre. Sin embargo, la fiebre por tener un pedazo de la historia de Ohtani atrajo propuestas de todo el mundo, empujando el precio final a la asombrosa cifra de $4.4 millones. “Es un testimonio del impacto global de Ohtani en el deporte”, comentó Ken Goldin, CEO de la casa de subastas.
新たな50本目のHRボール争奪戦が勃発
— s-masa (@kasegulife) October 23, 2024
大谷翔平 選手の50本目の⚾️HRボールが439万ドル(約6億7000万円)で売却‼️
⚾️HRボールは誰の物⚾️
HRボールを獲ったマックス・マタスさん(18)が、HRボールの正当な所有者であると主張し、フロリダ州の裁判所に訴訟を起こしている❗️… pic.twitter.com/WeFLycECD8
Pero no todo ha sido celebración. La historia detrás de esta pelota ha estado rodeada de controversia desde el momento en que salió disparada al jardín izquierdo. Christian Zacek fue quien logró salir del estadio con la preciada pelota, pero no sin resistencia. Otros dos fanáticos, Max Matus y Joseph Davidov, aseguran haber sido los primeros en agarrarla, lo que ha derivado en demandas por la propiedad del balón.
Matus, que celebraba su cumpleaños número 18, argumenta que Zacek se la arrebató después de tenerla en sus manos. Por su parte, Davidov asegura que logró asegurar la pelota en su mano izquierda mientras caía al suelo. A pesar del litigio, todas las partes involucradas permitieron que la subasta continuara, añadiendo una capa más de intriga a esta historia.
Así, la pelota del jonrón 50 de Shohei Ohtani no solo se ha convertido en un símbolo del talento del japonés, sino también en una pieza codiciada y disputada en el mundo de las subastas deportivas. Y mientras los tribunales determinan quién es su verdadero dueño, la historia de esta pelota ya tiene su lugar garantizado en los libros.