Sydney McLaughlin-Levrone volvió a superar los límites de la velocidad, estableciendo un nuevo récord mundial en los 400 metros con vallas. Durante las pruebas olímpicas de Estados Unidos en el Hayward Field de la Universidad de Oregón, la joven de 24 años corrió la distancia en 50,65 segundos, superando su propia marca anterior y demostrando una vez más por qué es la favorita indiscutible para los Juegos Olímpicos de París 2024.
McLaughlin-Levrone, en apenas su cuarta carrera de la temporada, mostró una técnica impecable al superar las diez barreras con una facilidad asombrosa. Su sprint final fue tan poderoso que dejó atrás a sus competidoras, Anna Cockrell y Jasmine Jones, por 1,99 y 2,12 segundos respectivamente. Este nuevo récord no solo reafirma su dominio, sino que también plantea la emocionante posibilidad de que McLaughlin-Levrone pueda romper la barrera de los 50 segundos en un futuro cercano.
Desde que comenzó a trabajar con el entrenador Bobby Kersee, McLaughlin-Levrone ha transformado su enfoque, optimizando cada aspecto de su carrera. Kersee introdujo un cambio clave al reducir su velocidad a 14 zancadas entre los primeros obstáculos, una estrategia que ha resultado en su continuo éxito y evolución como atleta.
La joven campeona, que también posee el mejor tiempo del año en los 400 metros planos, ha dejado claro que su capacidad para romper récords y redefinir los límites del atletismo es inigualable. Con cada carrera, McLaughlin-Levrone no solo se asegura su lugar en la historia, sino que también inspira a una nueva generación de atletas a perseguir la grandeza.
En París 2024, todos los ojos estarán puestos en ella, esperando ver hasta dónde puede llegar esta extraordinaria atleta que ha transformado el mundo de las vallas con su velocidad y determinación sin igual.