Lo que solía ser una carrera contrarreloj, hoy es una batalla que empieza con ventaja. El cáncer gástrico, conocido por ser una de las principales causas de muerte en el mundo, está comenzando a ser descubierto en sus primeras etapas en Estados Unidos, cambiando las reglas del juego.
Un estudio liderado por el Dr. Mohamed Tausif Siddiqui, de Cleveland Clinic, y presentado en DDW 2025, muestra cómo el avance en las tecnologías ópticas y endoscópicas ha dado un giro en la detección de tumores.
La inteligencia artificial se suma a la ofensiva médica. Algoritmos de aprendizaje profundo ahora ayudan a los doctores a interpretar imágenes con precisión, detectando lesiones que antes pasaban desapercibidas.
Pero el cambio no se detiene ahí. El estudio también reveló un aumento en los diagnósticos en menores de 50 años. Jóvenes adultos están siendo diagnosticados en chequeos rutinarios, lo que abre una nueva ventana para el tratamiento temprano.
Además, científicos de Rutgers han propuesto un método innovador: un enjuague bucal que podría convertirse en biomarcador para detectar cáncer gástrico sin procedimientos invasivos.
Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, en 2025 se espera que 26,500 personas sean diagnosticadas en EE.UU. Aunque se pronostican más de 10,800 muertes, el panorama ha mejorado. La tasa de supervivencia a cinco años asciende al 77% en casos detectados a tiempo.