La sociedad colombiana se encuentra conmocionada tras conocerse el homicidio de Sara Millerey González, una mujer trans que fue brutalmente golpeada y posteriormente arrojada a un río, según informaron las autoridades. El ataque le causó fracturas en brazos y piernas, evidencia del ensañamiento con el que fue agredida antes de morir.
El caso ha desatado una ola de indignación en todo el país, especialmente entre organizaciones defensoras de los derechos humanos y colectivos de la comunidad LGBTIQ+. Se han realizado movilizaciones en distintas ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, donde cientos de personas salieron a las calles para exigir justicia por Sara y denunciar la creciente violencia hacia las personas trans en Colombia.
La sociedad colombiana se encuentra conmocionada tras conocerse el homicidio de Sara Millerey González, una mujer trans que fue brutalmente golpeada y posteriormente arrojada a un río, según informaron las autoridades.https://t.co/P1vI7Za2gh pic.twitter.com/q4Ic34wqsQ
— Mi Diario Panamá (@MiDiarioPanama) April 13, 2025
Con pancartas, banderas multicolor y consignas como “Ni una menos” y “Ser trans no es delito”, los manifestantes demandaron acciones concretas del Estado para garantizar la vida y la integridad de las personas LGBTIQ+, así como una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos y castigar a los responsables.
“Estamos hartxs de contar muertxs. Exigimos justicia para Sara y para todas las personas trans que han sido asesinadas en la impunidad”, expresó una vocera de la Red Comunitaria Trans durante la movilización en la capital.
Organizaciones de derechos humanos han alertado que este crimen refleja un patrón de violencia estructural y sistemática que afecta especialmente a mujeres trans, quienes enfrentan altos índices de discriminación, exclusión social y ataques motivados por prejuicios de género.
Hasta el momento, las autoridades no han anunciado capturas relacionadas con el caso, pero han asegurado que avanzan en la investigación. Mientras tanto, familiares, activistas y ciudadanía en general claman por verdad, justicia y garantías de no repetición.