Lo que empezó como una simple indirecta en el set, terminó en un auténtico campo de batalla entre dos leyendas del periodismo deportivo mexicano. La bronca comenzó porque José Ramón Fernández, cuestionó duramente cómo se manejó la eliminación del León del Mundial de Clubes, arremetió contra ciertos comunicadores que, según él, se han convertido en “sicarios profesionales” pagados para destruir reputaciones. Aunque nunca mencionó nombres, fue Sergio Dipp, su compañero de ESPN, quien soltó la bomba al insinuar que se refería a David Faitelson.
La respuesta no tardó en llegar
A través de su cuenta de X, Faitelson rompió el silencio y fue directo a la yugular. Primero, desmintió cualquier influencia indebida del Grupo Pachuca sobre su postura periodística. Aunque admitió que su viaje a Oviedo para el Salón de la Fama del Futbol fue cubierto por dicha entidad, dejó claro que pagó de su bolsillo los gastos de su esposa.
Sin embargo, el verdadero golpe llegó después. Faitelson acusó abiertamente a José Ramón de haber tenido un serio problema de adicción a la cocaína en sus últimos años en TV Azteca, al punto de que la propia empresa lo habría enviado a España para intentar rehabilitarlo. “Espero que se haya recuperado”, disparó con frialdad el actual comentarista de TUDN.
Además, el expupilo de Joserra sacó a relucir un tema que hasta ahora había pasado desapercibido: el hijo de José Ramón trabaja para el Club León, propiedad del Grupo Pachuca, lo que según Faitelson deja en evidencia un conflicto de intereses que nadie quiere mencionar.
Hoy, el gremio periodístico deportivo está más dividido que nunca. La guerra Joserra vs. Faitelson apenas comienza... y promete más capítulos.