Un trágico suceso en Crown Heights, Brooklyn, ha conmocionado a la comunidad luego de que un perro pitbull, llamado Kith, fuera arrojado desde el piso 14 de un edificio.
El acto, que según las investigaciones fue cometido por un panameño identificado como Alberto Morris, ha generado indignación tanto local como internacional. El dueño del perro, Luis Gabriel Santamaría, también panameño, ha utilizado sus redes sociales para expresar su dolor y exigir justicia por su fiel compañero.
En su cuenta de Instagram, Santamaría compartió desgarradoras palabras sobre la pérdida de Kith:
“La verdad es que mi vida nunca será la misma… Un enorme vacío llena mi corazón. Tú eras solo un bebé, ¡MI BEBÉ! Estoy destrozado, perdido, vacío sin ti, Kith. Ni siquiera puedo decir las palabras ‘descansa en paz’ sin romperme en pedazos. Desde el día en que te conocí, te protegí, te defendí y te cuidé como si fueras mi propio hijo humano”.
El relato de Santamaría describe no solo el vínculo especial que tenía con Kith, sino también el profundo impacto emocional que esta tragedia ha dejado en su vida:
“Papá, mi cama está tan fría sin ti, sin que la acapares y sin tus pedos mientras dormías. Mi casa está tan silenciosa sin ti aquí, defendiéndola como si fuera tu único trabajo. Es tan jodidamente difícil despertar y no verte, no sentirte saltando sobre mí diciéndome buenos días, no sacarte a pasear ni llevarte al parque. Te extraño tanto, te amo tanto”.

Un caso que indigna y duele
El incidente ocurrió después de que Alberto Morris, de 33 años, usara unas llaves robadas para ingresar al apartamento de Santamaría. Acto seguido, el agresor habría lanzado al perro desde el balcón. Además, Morris intentó arrancar una cámara de seguridad antes de huir del lugar.
A pesar de la gravedad de los cargos, que incluyen crueldad agravada hacia los animales y hurto mayor, Morris fue puesto en libertad bajo supervisión debido a que las leyes del estado de Nueva York no permiten fijar fianza en casos sin antecedentes penales previos.
Santamaría ha declarado públicamente su frustración con el sistema judicial:
“No creo que ningún tipo de asesino debería estar fuera de la cárcel. No pararé hasta conseguir justicia para Kith”.
Un llamado a la justicia
Este caso no solo ha generado una ola de apoyo para Santamaría, sino también un fuerte debate sobre la necesidad de endurecer las leyes relacionadas con el maltrato animal en Nueva York. Mientras tanto, la comunidad espera que se haga justicia y que esta tragedia impulse cambios significativos en la protección de los animales.

