En su conferencia de prensa de este jueves, el presidente José Raúl Mulino anunció que con el fin de prevenir el juega vivo con la venta de agua en la región de Azuero, el Consejo de Gabinete aprobó el pasado martes poner un tope a los precios; en ese sentido, anunció que la botellita (300 ml) costará 50 centavos; la botella de 600 ml tendrá un precio de 75 centavos; un litro, $1.25; litro y medio, $1.50; un galón, $2.05; y los 5 galones costarán $6.25. También pidió a los ciudadanos que de conocer de alguna práctica abusiva, la denuncien al 311.
Otro tema que se tocó fue el de los medicamentos, sobre los que el gobernante explicó que ya se han sumado a la lista 140 medicinas a un precio más accesible y son 110 las farmacias que han sido habilitadas en todo el país para este programa. Los descuentos van del 52% al 95%. Dijo que la insulina NPH de 10 ml, por ejemplo, cuesta en el mercado $25, mientras que en las farmacias del Minsa tiene un valor de $2.50. La lista completa será publicada próximamente.
Mulino también mencionó que se autorizó el traslado de partida para el pago de 218 médicos internos que no están cobrando porque están bajo contrato y no son permanentes, algo que se está tratando de solucionar. También informó que el próximo 23 de junio el Mides estará pagando sus programas de asistencia social a 186 mil 845 panameños en condiciones de vulnerabilidad en las comarcas y áreas de difícil acceso.
Al ser preguntado sobre el “runrún” de que el Gobierno va a negociar con Chiquita para el reintegro de los trabajadores y que pagará parte de las pérdidas, el presidente respondió que este problema es entre la empresa y el sindicato y que el Gobierno no está haciendo ninguna gestión con Chiquita para que vuelva a emplear a los trabajadores despedidos. “Ese runrún no es verdad”, afirmó.
Sobre el tema educativo, el mandatario señaló que “la educación pública en este país es una vergüenza”. Se refirió a la “enorme irresponsabilidad de los gremios educativos que son expertos parando la educación, no transformando la educación”. Dijo que la huelga tiene motivos politiqueros, ya que la Ley 462 no toca a ningún docente de este país. El sistema educativos es un caos, acotó, y reiteró que a los maestros que están en paro no se les va a pagar.
Acerca de los cierres en Bocas del Toro, el presidente Mulino indicó que a pesar del acuerdo que se firmó entre la Asamblea Nacional y el dirigente Francisco Smith, no todos los puntos se han abierto. Dijo que en Almirante y Chiriquí Grande los responsables no son obreros bananeros, sino educadores que han dicho que desconocen lo firmado por el señor Smith y que mantendrán los cierres. Acerca de esto, afirmó: “Vamos a reabrir esos puntos, se acabó el relajo aquí. Bocas del Toro no va a seguir secuestrada ni por Smith, ni por los educadores. He dado instrucciones para eso. Vamos a reabrir Bocas integralmente, usando la mayor cautela del mundo para que se haga de la mejor manera posible. Está organizado”. También dijo que se va a custodiar las instalaciones de Chiquita, ya que pertenecen a esa empresa por una concesión del Gobierno y que no se va a permitir su ocupación ni su destrucción.
“Smith se comprometió a abrir toda la provincia de Bocas del Toro, y así lo dice el comunicado”, dijo Mulino. Sin embargo, todavía hay más de 20 puntos cerrados. “La Ley 462 no toca a los educadores ni al sector bananero, que además está en trámite una ley especial que se pidió y que la Asamblea está considerando luego de los acuerdos firmados”, reafirmó.
Por último, el presidente manifestó que existe un plan integral para reactivar la economía en la provincia de Bocas del Toro en sectores como el turismo, el plátano y el cacao, entre otros.