El Dodger Stadium es conocido por vibrar con batazos, ponches y gritos de sus seguidores. Pero el estadio angelino fue testigo de un momento de absoluta humanidad que eclipsó cualquier jugada. Antes de medirse a los Mets de Nueva York, Yoshinobu Yamamoto, el flamante lanzador japonés de 26 años, fue sorprendido por un joven estudiante que le entregó una nota escrita a mano. El gesto, aunque breve, desató en Yamamoto una respuesta emocional visible, se quebranto al leerla, que es poco común para alguien acostumbrado a la presión, en su rutina profesional tan competitiva.

Con un contrato de 12 años y 325 millones de dólares, Yamamoto llegó a los Dodgers como una promesa firme desde Japón. Y cumplió: en su primer año, pese a una lesión que limitó su participación en 2024, cerró la temporada con una efectividad de 3.00 en 90 entradas y fue clave en la conquista de la Serie Mundial ante los Yankees.
Pero la verdadera batalla del japonés no ha sido solo contra bateadores, sino contra la nostalgia. En múltiples entrevistas confesó sentir la soledad de estar lejos de casa, su familia y amigos.
Yamamoto, conmovido, sostiene la nota que un fan le entregó en el Dodger Stadium. El japonés que firmó por 325 millones encontró consuelo en una simple nota de un niño angelino. pic.twitter.com/ECuhr29opv
— Mi Diario Panamá (@MiDiarioPanama) June 4, 2025
La nota que recibió, cuyo contenido no se reveló.
Fue una dosis de calor humano que lo conectó con su nueva comunidad, le dio mucho consuelo al momento tan dificil que esta viviendo lejos de su Japón natal. Más allá de sus 90 millas por hora, Yamamoto demuestra que la sensibilidad también puede ser una fortaleza.
Su devastador splitter podrá tumbar bateadores, pero la carta de ese niño angelino le dio un empujón emocional que ningún strikeout puede igualar.