Este jueves, el jurado del nuevo juicio contra el exproductor de cine Harvey Weinstein comenzó el proceso de deliberación en un tribunal de Manhattan, mientras se decide el destino judicial del otrora poderoso magnate, ahora acusado de violación y agresión sexual por tres mujeres.
Las deliberaciones marcan una etapa crítica en este segundo juicio, en el que las declaraciones de las víctimas han sido claves para sostener la acusación. Las tres mujeres testificaron bajo juramento, detallando con crudeza las circunstancias en que habrían sido atacadas por Weinstein, describiendo encuentros marcados por la intimidación, la coacción y el abuso de poder.
Sin embargo, la defensa del acusado ha centrado su estrategia en minar la credibilidad de las víctimas, alegando contradicciones, supuestas motivaciones ocultas y relaciones consentidas. Durante los alegatos finales, los abogados de Weinstein insistieron en que sus clientas buscaban venganza o beneficios mediáticos, presentando al jurado comunicaciones previas y posteriores a los incidentes denunciados como supuesta evidencia de consentimiento.
Weinstein, de 72 años, ya cumple una condena de 23 años por otro caso en Nueva York y fue sentenciado en Los Ángeles a 16 años adicionales. Este nuevo proceso responde a la apelación y posterior anulación parcial de su condena original por la Corte de Apelaciones de Nueva York, lo que obligó a reabrir el caso.
Ahora, el veredicto del jurado no solo representa una resolución jurídica, sino un nuevo capítulo en la batalla legal de uno de los rostros más emblemáticos del movimiento #MeToo. Si es declarado culpable, Weinstein enfrentaría una condena aún más severa. Si es absuelto, su caso podría sentar precedentes incómodos para futuras denuncias de abuso en contextos de poder.
El tribunal aún no ha dado un plazo para el veredicto, y se espera que las deliberaciones continúen en los próximos días.