Roger Mojica, director del Servicio Nacional de Migración (SNM), confirmó que Panamá está viviendo un fenómeno conocido como “flujo migratorio inverso”. Esto significa que miles de migrantes que antes cruzaban la peligrosa selva del Darién con la esperanza de llegar a Estados Unidos ahora están regresando a sus países de origen, utilizando nuevamente a Panamá como ruta de tránsito, pero en sentido contrario.
Este cambio se debe principalmente a las políticas migratorias más estrictas implementadas en Estados Unidos durante la administración del expresidente Donald Trump, que han dificultado el ingreso y permanencia de migrantes en ese país. “El flujo se ha revertido. Muchas personas que ya habían pasado por Darién están regresando tras ver truncado su sueño”, explicó Mojica.
Desde noviembre de 2024, las autoridades panameñas, en coordinación con Costa Rica, han monitoreado este fenómeno y han tomado medidas para que el movimiento migratorio se realice de forma segura y ordenada, aunque reconocen que la reducción de capacidad operativa en Costa Rica ha complicado la situación.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, también ha señalado que mientras el número de migrantes que intentan ir hacia el norte disminuye, el flujo inverso hacia el sur va en aumento, con miles de personas, en su mayoría venezolanos, regresando por rutas marítimas hacia Colombia y sus países de origen.
Este fenómeno ha generado un impacto humanitario y logístico en Panamá y la región, ya que muchas personas regresan en condiciones precarias y con incertidumbre sobre su futuro. Las autoridades continúan trabajando para garantizar el respeto a los derechos humanos y la seguridad de los migrantes en tránsito.