En el Día del Padre, Mi Diario conversó con el exalcalde José Isabel Blandón. Un hombre dedicado a su trabajo y a su familia, que reconoce que el mundo de la política le ha robado tiempo, pero nunca es tarde para recuperarlo.
Blandón está casado con Yamileth Araúz y tiene cuatro hijos: José Raúl, de 25 años y quien es abogado, pero se dedica a la tecnología; Ana Patricia, que tiene 22 años y está estudiando Medicina; Juan José tiene 18 años y está empezando carrera en la UTP; y Ana Isabel, que tiene 11 años y está en VI grado.
¿Cuál es la fórmula para ser un papá político? ¿Cómo se divide?
“Es muy difícil. Reconozco que muchas veces le quité tiempo a mi familia. Con los años he tratado de cambiar eso y no desperdiciar las oportunidades de compartir con ellos”.
¿Cuál regalo lo ha impactado más?
“No soy muy apegado a los regalos, me gusta más compartir el tiempo juntos que recibir regalos. Todavía uso un llavero que Anaisa hizo para mí en su escuela cuando estaba en primer grado. Es un regalo sencillo, pero es el que llevo siempre... No soy mucho de regalos. En el Día del Padre, a mi papá (le regaló) lo usual, perfumes o ropa”.
Alguna anécdota
“Cuando perdimos la pasada elección, Ana Isabel vino y me dijo: ‘Papi, estoy triste porque perdiste, pero contenta porque ahora vamos a pasar más tiempo juntos’. Yo les había dicho que sabía que esa elección iba a ser muy complicada y que era muy posible que perdiera, pero que del lado positivo, eso significaría que tendríamos más tiempo para nosotros e ir a conocer lugares en Panamá que no conocíamos. Ella lo recordó esa noche. Y en este año, excepto ahora con la pandemia, es lo que hemos hecho, ya fuimos a Coiba y a Boca Chica, que no conocíamos”.
¿La vena política la heredó de su papá?
“De mi papá y de mi mamá. A los dos les apasiona la política, aunque con personalidades e ideas muy distintas”.
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¿Le gustaría que sus hijos sigan sus pasos?
“Si alguno decidiera hacerlo, lo apoyaría, pero es su decisión. Cada uno ha decidido estudiar cosas distintas y hasta ahora no han mostrado mayor interés por participar en política, excepto José Raúl, pero no es prioridad”.
¿Cómo es la relación con su padre?
“Con mi papá hablo casi todos los días. Tuvimos nuestros momentos difíciles cuando la dictadura, pero ya lo superamos. Aprendí que un padre nunca deja de serlo, aunque tu hijo piense distinto a ti o ya sea mayor de edad”.
¿Qué piensa de la diferencia de opiniones?
“Lo que he aprendido es que el amor de familia debe estar por encima de esas diferencias. Y que para amar no hace falta que pienses igual a mí”.
¿Cómo abuelo sería consentidor?
“Me imagino que así seré. Para compensar el tiempo que no siempre disfruté con mis hijos”.
¿Y con sus hijas sería un papá celoso?
“Je, je, je. Digo que no soy celoso, pero ellas seguro piensan lo contrario”.
En cuarentena, ¿cómo se parte entre política y la familia?
“Hemos destinado una noche a la semana para que sea especial: la del sábado. Y es como si fuera una salida familiar, pero dentro de casa. Además, mis dos hijas cumplen en mayo, así que les celebramos el cumple de manera especial. De pasatiempo nos gusta jugar juegos de mesa, sobre todo Scrabble, dominó”.
¿A qué papá aparte del suyo admira?
“Siempre he sentido admiración por el papá de Olmedo Arrocha, el hoy magistrado. El papá de Olmedo es un señor humilde y sencillo que lo ha dado todo por su hijo. Es una historia muy bonita”.
¿Espera algo de sus hijos?
“He procurado que sean quienes quieran ser, sin imposiciones de mi parte. Que sean independientes y darles la educación que se los permita. Solo espero que sean felices haciendo lo que les gusta”.
¿Se considera un papá moderno o a la antigua? ¿Hay algo que no soportaría que hiciera un hijo?
“Pienso que estoy en el medio; moderno en algunas cosas, antiguo en otras. Siempre les he dicho que no toleraría que usaran ni nombre para hacer algo indebido. Que no se sientan que por ser hijos de un político tienen privilegios o impunidad”.
¿Qué significa su esposa en su vida y cómo lo ha ayudado?
“Le encanta la política, por lo que también ha compartido activamente esa parte de mi vida y ha sido algo que me ha ayudado mucho”.
Hace unos años a su esposa le dio una isquemia cerebral transitoria, ¿cómo eso lo hizo sentir?
“Nos hizo entender la fragilidad de la vida y que hay que disfrutar cada momento de ella. Hemos tratado de compartir mucho más en familia desde entonces”.
¿Algún consejo a los jóvenes papás y políticos?
“Que nada es más importante que dedicarles tiempo a sus hijos. El tiempo que se va no regresa”.
Un mensaje
“Quiero felicitar a todos los padres que son conscientes de la responsabilidad que eso significa. Para ser padre no basta haber contribuido biológicamente a su nacimiento”.
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